A estas horas se supone que debería estar digiriendo los canapés, asimilando el alcohol de la barra libre, cagándome en todo porque no me ha tocado nada en el sorteo y esquivando a más de uno (y de dos y de tres) en mis viajes al pódium de la discoteca en la que se celebra la fiesta de la empresa.
Pero chica, qué quieres que te diga.
Paso de fiestas de la empresa. No sólo porque anímicamente no esté en mi punto álgido (as usual) sino que además físicamente estoy DESTROZADO. Me duelen todos y cada uno de los músculos y los huesos que hay en mi cuerpo y creo que necesito urgentemente una visita al masajista (he pensado ir al Masajes a Mil, a ver si está El Hombre en España que lo hace todo).
El otro día critiqué el nuevo single de los D'Nash en la web de El Clichè y sus fans se han lanzado contra mí. Me da miedo que busquen mi nick en el Google y acaben aquí y tenga que enchufar la moderación de comentarios para quitármelas de encima.
Ya he escuchado el X de Kylie. El otro día lo puse en la tienda (tal y como se filtró sonaba ya por los Harman Kardon) y aparecieron dos chicos muy majos pidiéndome que les pusiera el "Wow" a ver qué tal sonaba. El cd mola. Pero no diré nada más para que Peibols pueda leer el post sin tener que saltarse párrafos.
Además el Peibols y yo vamos a montar un cd que molará mazo. Seguiremos informando.
Siento pánico. xD
Se acerca la Navidad. Y vosotras que me conocéis sabéis perfectamente sabéis el mega-agobio que voy a vivir. Cuento con todo vuestro buen karma para sobrevivir.
Mañana intentaré no levantarme muy tarde para ir a la peluquería, que buena falta me hace. Y qué asco de tiempo, una ya no sabe qué ponerse. El otro día estuve a punto de ponerme mi bufanda escocesa, porque me apetecía. Era día de bufanda escocesa.
Por suerte a última hora decidí que no, que con el jersey blanco me quedaba mejor la otra. Así que salí de casa todo feliz escuchando el X y me metí en el metro y vi que todo el mundo me miraba y en sus miradas se veía la lujuria y la pasión y el deseo y la hipoteca (porque me subo a una línea de gente pobre que se preocupa por sus hipotecas).
Al hacer trasbordo (porque yo no tengo suficiente con un metro nenas ¡tengo que coger dos!) me senté delante de un hombre feo. Y es que los hombres feos existen, aunque no lo creáis. Y el hombre feo ¡¡llevaba una bufanda escocesa!!
No os imagináis el alivio que sentí.
Al rato, a su lado se sentaron otros dos hombres feos (es lo que tengo, paso del metro de los pobres al metro de los feos) y me fijé en cómo iba vestido uno y casi me echo a llorar. Sobretodo cuando vi los calcetines blancos debajo de los zapatos.
Entonces me di cuenta de algo importante, algo que todos deberíamos pensar al levantarnos por las mañanas:
"A no ser que seas Gabrielle Solis, no puedes vestirte con lo primero que pilles."
Otro artículo más para el manual de la Vida Diva que algún día publicaré mano a mano con Dolly Partos.
Y cómo mola Nitin Sawhney, en serio. Por estas fechas hace poco más de un año que descubrí el Broken Skin y aún hoy me sigue pareciendo una maravilla de CD. Recuerdo mis paseos por Barcelona (Plaza España & Co.) a ritmo del Letting Go. Echo de menos los Jorja's Saturday Night Fever que me preparaba Nuria en la cafetería.
Qué fuerte, cómo ha cambiado todo en un año. Y yo sigo igual de... MALDITO.
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