Aria de amor

El miércoles me puse súper mono y me puse mis bambas blancas y todo. Me fui a trabajar y estaba nerviosa como una perra.
A media tarde me tuve que cambiar de calzado porque las putas bambas blancas no se ablandarán jamás y me estaban destrozando. Menos mal que tengo unas siempre en el curro para poder ir con chanclas luego. Cosas de la Snack.

A las 8 salí pitando, compré una tarjeta para la cámara de 2 GB que luego no utilicé y me subí a la moto de Pau que nos llevó raudos y veloces al Pabellón de Badalona. En un semáforo, después de esas divertidísimas cuestas y bajadas del barrio de la Salutttttt una chica que iba en otra moto y llevaba una cartulina enrollada y una loca conduciéndole la moto, nos preguntó cómo ir al pabellón. Le dijimos que nos siguiera, que íbamos al mismo sitio.

Una vez allí nos asombramos con la cantidad de gentuza que había en la cola y, sobretodo, de no conocer a nadie. Estuve charlando un poco con la chica mientras Pau y su Loca se iban a aparcar las motos. La chica muy maja no sé qué me contaba de que iban al palco pero en realidad iban a la pista pero en realidad iban al palco porque ya no tenían edad pero que iban a la pista y tenían entradas rectangurlares.
Por si eso no fuera poco su Loca llegó primero y se puso a saltar y a gritar y a decir "¡¡LLEVO DIECIOCHO PRIMAVERAS ESPERANDO ESTE MOMENTO Y NO PUEDO MAAAASSSSSSSS!!"

Ellas se fueron porque tenían entrada rectangular (o así las llamó el hombre con el chaleco reflectante que no paraba de gritar ¡¡¡ENTRADAS RECTANGULAREEEEES!!!) y nosotros nos pusimos en una cola mega laaaaaarga. Llamé a Montse que aún no había salido del trabajo. Pa' matarla.

Una vez dentro nos pusimos en la cola de los tickets del alcohol y Pau me invitó a la cerveza más cara del mundo. Mientras esperábamos dije: "¡20 euros por una camiseta! ¡a ver quién es la loca que se compra eso!" y la loca que se compró eso estaba justo delante mío y sus amigas me rodeaban. Por suerte yo llevaba un casco de moto y nada, no me pegaron.

Al entrar le preguntamos a un tío que estaba muy bueno dónde coño estaba el sector 28 y yo me fui exclamando: "¿Y EL SECTOR TU CASA?" Pero no contestó.
Llegamos a nuestros asientos y ante nosotros, en la pista, estaba Álex Ubago. Bueno, se le parecía. Dijimos tantas veces las palabras "Álex" y "Ubago" que al final nos escuchó y se nos quedó mirando, y no pudimos hacer más que cantarle "Me muero por conoceeeerteeeeeeeee"
Cuando en realidad nos moríamos por follárnoslo.
Hablamos de pollas y de maricones mientras esperábamos a que llegara Montse y empezara el concierto (porque el concierto no empezaba hasta que llegara ella, que Montse es mucha Montsesabajanes.es) y mientras la niña de 8 años que teníamos sentada delante nos miraba con cara de comerse una ROSCA.
¿Qué esperabas, bonita?

Total que Pau se fue a por más cerveza y llegó Montse y yo la guiaba por teléfono y le decía "Sigue hacia tu derecha y cuando llegues a las escaleras baja. Ahora párate y pídele el teléfono a ese chico" Y Montse se paró, miró al chico y le entró la risa y el chico pensó que estaba loca.
Montse se sentó, Pau trajo la cerveza nos pusimos nerviosas y empezó el concierto.

Sobre el concierto pues la crítica si eso la hago en el Tracatrá, que para eso tengo un blog de música ¿que no?

Nos reímos mucho, y Pau lloró y yo me emocioné y Montse no soltaba la cámara y me costó Dios y ayuda que la gente se levantara (no se animaron hasta el puto KAMBALAYA). Y me hizo mucha gracia saberme el orden de las canciones y que todo el mundo se cabreara cuando se largó del escenario sin cantar Europa ni Sobreviviré y yo sabía que hacía un BIS.

Y bueno, después del concierto intentamos quedar con Rauito que había estado sola en el cuarto oscuro llamado pista pero le estaban esperando fuera y no pudimos hablar más que unos gritos por el teléfono.

Luego cogimos la moto y nos volvimos pa' casa. Íbamos a ir a cenar, pero era tarde y aunque no teníamos prisa tampoco teníamos ganas de ir hasta el quinto coño para encontrar un sitio abierto a las doce y media de la nuit que hicieran cena. Así que nada.

Tarántula Tour



Después de como ochocientos años sin pisar un escenario, vuelve la Naranjo. Yo nunca la había visto en concierto. De hecho, lo reconozco, no soportaba sus gritos en Palabra de Mujer. Me resultaba detestable, para qué engañarnos; la personificación de toda la chabacanería barata que me rodeaba en aquella época.
Y que me sigue rodeando, pa' qué me voy a engañar.
Luego vino Minage. Que sí, que el Sobreviviré se convirtió en un himno pero el resto no había quien lo aguantara.

Y de repente me saca Chicas Malas y me conquista, un álbum mega petardo y ultra bailable que tuve en repeat durante un montón de tiempo y ahora va la tía y reniega de él.
Fue gracias a Littlebab que la fui descubriendo más a fondo (por ahora es lo único que Little me ha hecho descubrir a fondo... pero todo se andará) y me empezó a gustar de verdad de la buena y me convertí al Naranjismo. Que no es que vayas vestido de Naranja o te tiñas el pelo bicolor o que le pegues gritos a todo el mundo.
El naranjismo es esa filosofía de vida que te hace pronunciar las "v" como si fueran "f" y decir "libertaTTTT" en vez de "libertad" (o "libertazzz" si eres madrileña).

Total, que hartas como estábamos de escuchar el Colección Privada y los remixes del Enamorada de ti, la Naranjo va y nos saca Tarántula y nos deja descolocadas y extasiadas y con ganas de pegar más gritos que nunca. Y ahora nos presenta el Tour.

Ya sabíamos que el Tour de Tarántula no iba a ser un Tour normal. Para empezar pues eso, un huevo de años sin dar conciertos. Además si el disco había sido una ida de olla... el concierto ya ni te cuento. Me negué a ver vídeos o fotos o lo que fuera para llegar virgen a la experiencia.

Y no diré que no me gustó, porque me encantó. Pero me encantó porque me ENCANTA la Naranjo y porque tenía unas ganas de verla que pa' qué. Porque lo cierto es que el concierto, objetivamente, fue soso soso.

Para empezar la dirección artística no fue nada del otro mundo. "Coño, un álbum gótico" (cada vez que ella o quien sea dice que Tarántula es gótico a mí me da la risa) pensó el lumbreras que decidió vestirlos a todos de negro con collares con pinchos. Toma cliché. Luego mucho que si no sé quién de la Fura dels Baus y parece que la única verdadera idea que tuvo fue poner unos cables que la levantaran del suelo en según qué momentazos. Una idea espectacularmente absurda. Espectacular porque molaba mazo eso de verla pegando berridos del Sobreviviré o del Diles que no saltando como una china en una peli de Zhang Yimou, pero absurdo porque con esa iluminación sólo faltaba un foco que enfocara directamente a los cables. Vale, pido demasiado. Pero es que hasta me resultó cómico ver cómo echaba miradas de reojo hacia arriba para desenrollarlos de vez en cuando.
Además ¿qué coño es esa tela negra para quitarse el arnés? Cutre, cutre Moni. Que te quiero mucho pero ESO NO ES PROPIO de una diva cómo tú.

Musicalmente el concierto estuvo francamente bien. Su chorro de voz era impresionante (como era de esperar) y fue imposible no emocionarse con su Perra Enamorada o quedarse boquiabierto con ese "Condenados a vivir" que nos espetó después de mandarnos callar porque "aquí la que canta soy yo!". Además la mezcla estuvo bastante equilibrada (aunque en ciertos momentos se acopló el micro y fue un poco... incómodo).
Y como está en una etapa gótica pues la tía lo versiona todo al rock. Que para eso ha contratado al club de fans de Mago de Öz para que le toquen los instrumentos (y no es una comparación absurda, la intro de Sobreviviré parecía un puñetero track instrumental de Mago).
No estaba mal. Las concesiones al pasado resultaron divertidas, aunque tal vez perdieron cierta fuerza (cosa curiosa, por otra parte) y provocaron en el público una reacción un poco extraña que hizo que durante la primera parte del concierto la mitad del pabellón ni se moviera y de repente, en la etapa Tarántula, todos se volvieran locos.
¿Significa esto que la Naranjo ha conseguido contentar a sus antiguos fans y atraer nuevos que reniegan de su etapa de Pantera en Libertad? Quién sabe.

Tal vez le faltó algo de conexión con el público. Un puñetero "Bona Nit Barcelona" es poco para una audiencia que lleva ocho años esperando a que te dignes a venir a tu propia casa a deleitarnos con tu voz. Luego sí, momento de diva que se sienta en el escenario y nos cuenta por qué ha decidido hacer un espectáculo gótico (...) que habló mucho pero no dijo nada porque yo no me enteré de por qué coño hizo un espectáculo gótico (...).

Pero me dio igual. Mónica parace estar harta de tanto Desátame y tanto vivir en libertaTTT y se la vio mucho más enérgica en sus nuevas canciones que en el resto de tracklist. Tracklist, por cierto, demasiado escaso. Dicen que es por el esfuerzo vocal, que no puede alargarlo demasiado. Me lo creo, pero me da igual. Si pago 36 euros no sólo espero un conciertazo de 2 horas (nena, si no puedes cantar hazme un playback o ponme un espectáculo de baile como hace Madonna) sino que además espero que me presentes el nuevo álbum (¿Dónde te dejaste Amor y Posesión? ¿Y Revolución que es, creo yo, la canción más representativa de esta nueva etapa tuya en la que encauzas veneno?). Pero te quiero igual.

Lo cierto es que si algo negativo le vi a todo el concierto fue que la gente estaba más apagada que el incendio del Windsor. En pista se portaron muy bien y saltaron y gritaron mucho, pero las gradas parecían el Auditori un domingo por la mañana en pleno concierto de Beethoven. A mí hasta me supo mal levantarme en según qué momentos porque a mi alrededor no se movía ni Dios.

Pero es lo que tiene el público gayer, que te pagan una entrada para criticarte y para decir lo bien que lo habrían hecho ellos.
De hecho es lo que estoy haciendo yo. Que a pesar de habérmelo pasado de lujo, a pesar de haberme divertido, de haber gritado, de haber cantado, de haber saltado, de haber notado un escalofrío en mi espalda, de haber bailado y de haber estado ahí para animarla a seguir adelante y que no se le vuelvan a cruzar los cables nos deje otros ocho años sin disco le hago una crítica del concierto y la pongo a caer del burro.

Pero seguro que Moni, si algún día lee esto, me perdonará y me comprenderá y me querrá mucho y hasta me contratará de asistente personal y me convertiré en la William Baker española.

Y sí, le llenaré los conciertos de chulazos con plumas.


¡Viva Mónica!

Casas con encanto

Hace ya un huevo de tiempo que empecé a cambiar las habitaciones de mi casa y aún no he terminado. Pero está todo el mundo ahí diciéndome que si tengo que poner ya las fotos que si tal que si cual, así que las pongo y punto.

Faltan estanterías, hay muchos trastos por quitar y, aunque parezca mentira, aún hay polvo por quitar y polvos por echar.

Pero bueno, que esto es lo que hay:



La tele sigue siendo la misma (pero ya no sufre por tu querer). Ahora la sala de "audiovisuales" (como si esto fuera la Pompeu Fabra) está donde antes dormía. Cosa práctica por varios motivos: primero porque así dormir no es un acto deprimente como lo era antes y segundo porque esa habitación tiene la puerta a la galería y si me daba por echarme un rato mi madre ya no podía pasar a tender la ropa y tener esas conversaciones íntimas madre-hijo en las que ella saca una camisa rosa de la lavadora, yo le confiesa que soy gay y los vecinos aplauden como perros.




Las películas ahora ocupan una pared totalmente absurda que hay en la habitación pequeña (que está pintada en magenta y blanco). Estas estanterías son la prueba de que IKEA mola pero con cuidado, porque a veces cosas que parecen grandes ideas no lo son. Van colgadas en la pared (vamos, que olvídate de redecorar tu vida o conviertes tu pared en un Gruyère) y además han cedido con el peso de las películas. La solución es poner unas patas debajo que aguanten el peso de tanta película (y creedme, aguantar algunas de mis películas es de Guiness -récord, no cerveza-) o cambiar las estanterías. Lo divertido de colgarlas fue que mi padre acabó atravesando la pared y mi madre aún no se ha dado cuenta de que tiene un nuevo clavo que le aguanta el reloj de la cocina.



En esa pared magenta iban a ir una estanterías que alguien me regaló pero al final resultaron ser mala idea. Como de la otra habitación sobró una estantería blanca (porque en un futuro prometía ser poco práctica) la acabé plantando ahí en medio y no quedó nada mal. Está sobresaturada, pero hasta que no tenga más espacio para poner cosetas por ahí a Altaïr, Nico Belic y el Jefe Maestro no les queda más remedio que llevarse bien.



El dormitorio (ahora en la habitación grande) está hecho un desastre pero si no lo estuviera NO SERÍA UN DORMITORIO. Y es que afrontémoslo: Nadie se cree esas habitaciones perfectas de las películas y series de televisión. Bueno yo sí, pero porque sé que todos los personajes de TV tienen dinero suficiente para pagar a una chacha que te deje los cojines puestos perfectos para cuando llegues del trabajo.



Nótese (si se ve, que ahora no me he fijado) el detalle de los mini-altavoces JBL y la base de iPod en la mesita para irme a dormir de forma relajada total que te cagas.

La habitación está pintada en naranja y amarillo mostaza. Como ni el pintor ni yo teníamos mucha idea al final nos quedaron (bueno, LE quedaron, porque yo me fui al comedor a ver la tele mientras él pintaba) una especie de brochazos que le dan un toque cutre pero moderno a la vez. Como si estuviera mal pintado a propósito.
He aquí el detalle de la primera estantería que colgué y que demostró que pintar de naranja era una buena idea.





Y aquí la joya de la corona. Creo que ya he hablado sobre mi escritorio de cristal. Ya ves tú qué tontería. Habrá un cambio estructural porque tengo que ponerle otro caballete y así poder aprovechar la cajonera (que casi me cargo un cajón porque me equivoqué de tornillos al montarlo) para poner el monitor de 20 pulgadas (que tiene una base giratoria para poder verlo bien desde la cama) y así aprovechar mejor el espacio y poder meter el portátil por si me da por jugar.



Y me falta poner la foto de la PEDAZO de cajonera que me compré. Pero como tiene muchos trastos encima y además al lado aún está la vieja para tirar pues no la pongo, que no luce. Hala.

Me vas a volver loco

Mi vida es como una mala canción de Parchís.

Primero me dices que sí. Luego dices no. Más tarde que me amas, sí. Más tarde que me odias.

Primero vienes a Barcelona a pasar el finde y pasarlo bien. Luego dices que vas a su casa, porque si vienes a la mía sabes lo que pasará (OBVIAMENTE).
Entonces te digo que si no vienes a mi casa OBVIAMENTE ni me llames.

Pero tú me llamas. Me llamas para decirme que ya has llegado y que te lo vas a pasar bien y que ya veremos cómo quedamos. Yo sólo te doy una opción. Pero tú ya tienes tu plan montado y lo que yo opine sobre él no importa: al fin y al cabo te has acostumbrado a salirte siempre con la tuya.

Al final entre una cosa y otra te sales con la tuya. Y cuando yo, por enésima vez, me trago mi orgullo (imagino que porque te quiero más de lo que te mereces) vas y me dejas en ridículo.

No me digas que lo sientes, porque eso no me sirve de nada.

Changes

No voy a hablar del nuevo single de las Sugababes porque eso lo hace mejor Cobrastyle! que no sólo es guapo y sabe hablar de música sino que además me ha dado una alegría y he visto que me tiene en los links de su blog.

Gracias Parker. Aunque yo no te tenga en los míos. Pero no es porque no quiera, es porque soy un puto vago.

Lo de los changes va porque YA VA SIENDO HORA. De cambiar de todo: de curro, de vida, de novio (¿¿??), de ambientes, de gentes, ¡¡de tinte de pelo!!

Aunque no nos engañemos, todos sabemos cómo acabará esto. Ves una peli que te alegra la noche, te levantas de la cama y te pones alguna canción petarda para animarte (y acechando a Rachel Stevens están los Death Cab for Cutie esperando su -más que seguro- turno para deprimirte un poco), vas al blog, pones un blog en el que dices que todo va a cambiar. Dependiendo de lo artista que te sientas hasta puede que hagas una cabecera nueva para el blog y te digas "¡Y MAÑANA IRÉ A LA PELU!"

Pero en realidad sabes que para cambiar de verdad hay que hacer cosas infinitamente más duras... como MADRUGAR. Que hayas cenado un bistec a la plancha con un tomate NO SIGNIFICA que ya estés a dieta. PONERTE GOMINA antes de salir no implica que vayas bien peinado.

Llevar un iPhone SÍ IMPLICA que eres mega ultra-cool y todo el mundo debería hacerte la reverencia cuando pasas a su lado pero ESO ES OTRO TEMA (y casi otro país).

Otra cosa que puedes hacer es dejar de basar media vida en una persona que cada día que pasa te demuestra que no se merece ni medio suspiro; que deja escapar lo mejor que le ha pasado jamás por no tener valor de reconocer lo que tiene que reconocer y a la que NO DEBES LLAMAR NUNCA MÁS porque no te da más que disgusto. Que sí, que te lo follas de vez en cuando y es muy bonito cuando te dice la verdad a la puta cara y te das cuenta de lo mucho que te quiere pero NO COMPENSA.
Tíos que te mienten hay infinitos. Y culos abiertos ya ni te cuento.

El otro día me pasó una cosa de esas que si no me pasaran a mí le pasarían a cualquier otro pero hacen que sea como soy. Estábamos en la puerta del trabajo pasando fumando. Yo no fumo, pero tuve que elegir entre tragarme el humo como fumador pasivo o hablar solo.
De repente Pau que dice: "Nena, volvamos que llevamos aquí la vida y media" y yo pregunté: "¿Cuánto nos pasamos?" "Diez minutos" respondió. Y yo solté un: "UUUUUH!!!!" Así muy almodovariano que es algo muy mío. A todos les dio la risa, claro. Y se pusieron a imitarme. "UUUhhhh" "¡¡¡uuuuuuHH!!!" se oía.
Yo me quedé quieto y les dije: "¿Sabes estos tíos guapos, altos y bien plantados que en sus treintaytantos se pasean por la tienda comprando cd's y dvd's ultra-modernos, con su bolso de Gucci colgado del hombro y diciéndole a todo el mundo "adórame, soy gay"?"
Y Pau dijo: "Sí"
Y yo respondí: "En momentos como éste me doy cuenta de que jamás seré uno de ellos"

La Rebelión de las Máquinas (o de cómo conseguí mi iPhone)

Lo del iPhone no se puede de creer. Resulta que una compañera del curro con la que yo solía ir de CHOPPING se ha ido a trabajar a una tienda oficial de Movistar.
Hace unos días vino a saludarnos y yo, antes siquiera de decirle hola, le solté un "CONSÍGUEME UN IPHONE"
Ella me dijo que no había problema, que les solían llegar bastantes (¿¿¿??? ¡¡¡BASTANTES IPHONES!!!) y que cuando tuviera me llamaría.

Y así siguió mi vida durante varios días. Llamaba desde mi Nokia, ese teléfono que yo creía fashion y moderno, como lo hacéis cualquiera de vosotros. Nada tenía sentido. Los mensajes de texto eran tristes y aburridos, las fotos se veían borrosas. Mi iPod de 60 gigas seguía colgado de mí constantemente, con sus toneladas de canciones inútiles.

Y de repente un día... la llamada.
"Hidroboy... tengo aquí tu iPhone de 16 gigas. ¿Blanco o negro?"
Ni le contesté. Salté como un loco de la cama llamé a Pol y sólo me hizo falta una palabra "IPHONE!!!" para que él también saltara como un loco de la cama, agarrara a Aitziber, se subiera a Merche y viniera a buscarme.

Llegamos a la tienda oficial. Empiezan los trámites. Elijo el blanco, así que el negro se lo queda Pol.
Entre una cosa y otra el suyo ya está. Lo tiene en la mano. Mientras tanto yo aún sigo esperando que me llegue el bono con los puntos. Al final tengo que hablar con un operador.
Después de peleare con el primo de Yo, Robot me dice que no me puede dar el bono porque ¡tengo una factura impagada!
¿¿COMOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO??
Sí, qué pasa, ¿tú tienes todas tus facturas al día?
Pero bueno, que me da igual, esa factura es del mes pasado y ¡a mí nadie me ha dicho nada! Le digo a Wall-E que me cobre la factura con tarjeta y así me da el bono y me dice que no, que no cobran con tarjeta, que tengo que hacer un ingreso y esperar 48 horas. Que esas son las condiciones. Mi respuesta a esa cadena de bip bips fue la siguiente:
"Mira, estoy en una tienda oficial de Movistar. Me están reservando un iPhone. UN IPHONE. Si no me lo llevo hoy me quedo sin él. Me dices que tengo una factura sin pagar, perfecto. Te la pago ahora mismo. ¿Que no me puedes cobrar con tarjeta? ¿Qué estamos, en 1987? ¡Todas las compañías hoy en día cobran con tarjeta! ¡SOIS MOVISTAR! ¡MO-VI-STAAAAAAR! Y no me hables de condiciones. La condición es que tú pones la línea y yo te pago. Si un mes no te pago tú me avisas y yo hablo con el banco y te pago. Si tú no me avisas yo no te puedo pagar, así que DAME EL PUÑETERO BONO PORQUE QUIERO MI IPHONE!!!!"
Pero nada, que no hay bono. Que haga una transferencia o pague en un cajero. Le cuelgo.

Me voy corriendo a un cajero y pago la puñetera factura. Vuelvo corriendo a la tienda ¡cierran en 20 minutos!

Vuelvo a llamar a Movistar. Ahora me contesta Número 5, que es como Wall-E pero habla más raro. Le digo que acabo de pagar, que ya tengo el número de autorización, que me dé el bono de puntos.
Y Número 5 me dice que de acuerdo. Que el pago tarda unas 48-72 horas. Vale, le digo, me parece muy bien. Pero que yo tengo el puñetero recibo en mis manos Y TENGO MI NÚMERO DE AUTORIZACIÓN Y QUE ME ESTÁ ESPERANDO UN IPHONE!!!!
Pero nada. Número 5 es implacable.

Mi iPhone blanco no se viene conmigo. Me voy a trabajar y le prohibo a Pol enseñarme el suyo o se lo robo.

Al día siguiente llamo a Movistar de nuevo. Contesta HAL9000. Le explico mi caso y dice: "De acuerdo. Le informamos (¿cuánta gente hay en ti, Emily Rose?) de que nuestro sistema informático no funciona en estos momentos". Me cabreo pero no le digo nada. Me alegro de que al menos los robots que cogen teléfonos sigan funcionando.

Un rato más tarde vuelvo a llamar. Ahora me sale la grabación, otro robot que funciona. Y entonces coge el teléfono ÉL: LA THERMOMIX. Lo llamo así porque realmente es el único robot que nos sirve para algo. La Thermomix escucha mi relato, comprueba que la factura ya está pagada y me manda el bono para hacer el canje de puntos. ADORO A LA THERMOMIX.

Así que llamo a Pol que viene corriendo (bueno, conduciendo rápido) a casa, me recoge y me lleva a la tienda Movistar que está más lejos de mi casa. Una vez allí comienzo otra vez los trámites.
Y el IMEI no va. OLEEEEEE. "Ay, es que los IMEIS de los iPhones blancos no están activados... ayer ya lo vimos por la tarde... así que pondremos la incidencia... y bueno... pues... a lo mejor mañana... o ya el LUNES".
Mira cariño, no es por esperar. Porque sé que el teléfono lo tengo asegurado pero ES LA SEGUNDA VEZ QUE NO ME LO LLEVO POR ALGO QUE NO ES CULPA MÍA.
Pero nada, que no me lo llevo.

Por la noche me voy a ver una previa de Spamalot! Me siento como Carrie Bradshaw, yendo a previas de obras musicales. Pero no tengo iPhone. Sigo con mi NOKIA. Que en su momento se mereció un post pero HOY YA NO.

Y justo antes de bajar del coche una llamada: "LOS IMEIS YA FUNCIONAN"

Así que al día siguiente Pol vuelve a traer a Merche, vuelvo a subirme a Merche, Merche vuelve a llevarnos a la tienda Movistar que más lejos de mi casa está y cuando ya lo estoy tramitando y pagando una de las trabajadoras que pasaba por allí me suelta un: "POR FIN TE LO LLEVAS!!"

Lo fuerte del tema es que les sobraron 2 iPhones que, seguramente, se llevó algún afortunado que pasaba por ahí preguntando "¿tenéis iPhone?"

Y bueno, el sábado fue un gran día. Tuve mi iPhone en la mano.

Ay... qué bonito es...

Estrofa-puente-estribillo.



Cuando me enteré de que Amaia se largaba de La Oreja de Van Gogh (más conocidos como LODVG o cualquier otro grupo de siglas si eres redactor de El Cliché) me alegré tanto como el día que me comí mi primera tarta de fresas.

Y es que yo, que sigo al grupo desde que los vi cantando aquel horror de Soñaré en un extinto (y por suerte olvidado) programa pseudo-infantil-juvenil de Telecinco, le había cogido una tirria a la señorita CaraPan y su voz de pito que no eran normales.

De hecho gran parte de la culpa de que Guapa (y su extensión, Más Guapa) no me acabaran de gustar fue, precisamente, que aquello parecía un cd de Amaia Montero y los que le tocan la música. Y es que el carisma de Amaia (la muchachota del norte que nos encandiló con Cuídate, París, Rosas y que nos dejó exhaustos con toda la parte final de Lo Que Te Conté Mientras Te Hacías La Dormida) se había diluido, dando paso a una pseudo-diva de garrafón que se agarraba a su bolso de Gucci para ir soltando mamporros a los miembros de su grupo intentando dejar claro y hacer creer que si LODVG era lo que era, era gracias a ella.

Por eso ni me extrañó ni me apenó la noticia de que la solista se largaba. La Prima Donna ya estaba fuera. Y es que si hay algo que funciona en LODVG no es la voz de pito de Amaia, sino sus letras facilonas, sus melodías poperas 100% y ese uso de los diminutivos y las metaforitas y los cariñitos que tanto les gustan. Escuchar un disco de LODVG te recuerda lo tonto que te vuelves cuando te enamoras, las chorradas que eres capaz de decir y hacer. Es como estar constantemente enamorado.

Así que mientras el grupo iba avanzando desde el pop maquetero de Dile al Sol hasta la elegancia de Lo Que Te Conté..., pasando por los toques de electrónica de mercadillo de El Viaje de Copperpot Amaia debió creerse Mónica Naranjo y se dedicó a destrozar el Guapa haciendo que cada vez que la oías hablar de amor te dieran ganas de coger una zapatilla e incrustársela en la boca. Guapa era un quiero y no puedo: un tour-de-force para ver cuántos gorgoritos y pitidos que sólo los perros percibían (ahora entiendo por qué mi antiguo perro ladraba tanto cada vez que escuchaba este cd) cabían en un estribillo.
Era como si Amaia hubiera entrado en OT y hubiera tenido de profesor al peor clon de Manu Guix.

Pero vale ya de cagarnos en Amaia, que la pobre bastante tiene con lo que tiene. Y es que tras empaparme bien de A las cinco en el Astoria queda claro que LODVG está en un dulce momento. El disco es casi un re-start de la banda, como si hubieran estado años y años alejados de la música y hubieran vuelto.
Lo bueno de Leire, la nueva vocalista, es que mantiene el sonido de la banda. No sólo porque su voz se parezca a la de Amaia de forma asombrosa, sino porque además sabe interpretar los temas de la banda tal y como lo hacía la Amaia del principio; la que estaba más preocupada por lo que transmitía su voz que por su vestuario.
El cd es la evolución lógica de Lo que te conté..., lo que debería haber sido Guapa. Vuelven los arreglos psicotrópicos de Copperpot, vuelve el sonido limpio de Dormida. Vuelven las baladas facilonas y los cambios de ritmo. Y vuelven también los diminutivos, pero ahora no te dan ganas de vomitar cuando escuchas lo de "tengo aquí bajo el vestido bien escondiditos tus besos malditos...".
Y se suma un vocoder, algunos tímidos coros y segunda voz de algún chico de la banda, guiños a trabajos anteriores.
El single conocidísimo por todos, El Último Vals, una especie de carta de despedida a un antiguo enamorado que jamás olvidaremos y para el que siempre tendremos una puerta abierta. O una manera de decirle a Amaia que calladita estás más guapa.
Inmortal es la Oreja al 100%. Una carta de reproche a un ex amante que ya no está pero que sabes que jamás logrará olvidarte. La estructura del tema es calcada al Cuídate, con ese puente medio reggae y un estribillo con fuerza.
Jueves es una putada. El tema que debería cerrar el disco porque escucharlo nada más empezar te deja con un mal rollo impresionante. Posiblemente sea el tema más emotivo que han escrito jamás, y además la voz de Leire brilla con luz propia. Tal vez los arreglos sean un poco barrocos y sobren los coros sintéticos de fondo (la versión en directo que interpretaron en la rueda de prensa era tremendamente emotiva. Es imposible que no se te pongan los pelos como escarpias mínimo. Pero lo dicho, está en mal sitio.
Más es una aproximación al pop-rock de Muñeca de trapo pero sin las cruces negras en los ojos. Guitarras y uouos de fondo. La misma estructura de siempre: estrofa-puente-estribillo. Si funciona ¿para qué cambiar?
Cumplir un año menos es un tema facilón de alguien con el corazón roto que no se atreve a seguir adelante y pide como regalo de cumpleaños crecer hasta nacer. Igualito que Coronel. Y lo dicho, con Leire las ñoñeráis suenan menos repipis. "No quiero mis primaveras si no crecen tus violetas". Y mírame, sin instintos psicópatas.
Europa VII. Al ver el título todo el mundo piensa lo mismo: qué larga es la sombra de la Naranjo. Y es que leo por todas partes el mismo chiste: "no es una secuela del single de la Pantera de Figueras". Pues claro que no coño. Es el Geografía de Leire Astoria: un canto a la humanidad, al amor, a la fraternidad, a la vida sin fronteras y bla bla bla.
La visita me deja un poco igual. No sé si la tía que canta tiene un colocón y la visita un fantasma o si se ha muerto y la visita es de la muerte. Sea lo que sea el tema es flojete flojete. Dos canciones de muertos en el mismo cd NO ES PROPIO DEL POP. Vale que seamos sensibles y lloremos con Jueves pero esto no es una peli de Romero: esto es LODVG.
Sola es canción de ceja levantada. Empieza como empezaría una de los Mojinos: una especie de gritos y los instrumentos en crescendo. Luego Leire con vocoder y luego un puente medio dramático. Por la música no, pero la letra es obviamente lo que nos pasa a todos los domingos cuando nos despertamos después de la fiesta y nos damos cuenta de que estamos solos. Porque los que no están solos no salen los sábados y si salen lo hacen poco rato y así no les cuesta nada levantarse el domingo. El tema no está mal.
Palabras para Paula. Noticia: alguien de LODVG ha tenido una hija y la ha llamado Paula. Nos da igual. Pero la canción es bonita y a todos los padres primerizos les hará ilusión. A mí me da un poco igual porque ni tengo ni quiero tener niños, así que aunque Leire está adorable, la letra es ingeniosa y los arreglos son perfectos en su sobriedad... pues nada.
Flores en la orilla es, como dicen en El Cliché, el típico intento de LODVG por hacer un tema latino a lo Copacabana. Alguno de ellos debe ser muy aficionado a los mojitos y a las playas del Caribe. La letra habla del típico cabronazo que te engaña en verano y te dice que te querrá siempre y luego te planta en la orilla de la playa.

No sé qué les ha pasado, pero salvo por lo contentos que están por la llegada de Paula, parece que estos pobres están para hacer anuncios de Prozac en vez de Herbal Essences.

Un cuento sobre el agua es la canción en la que a un chico le han dejado hacer la segunda voz. ¡Es un dúo! Y queda muy bonito. Estrofa-estribillo-estrofa. Enamórate de mí y verás qué bonito es todo. Lo de siempre.
Y para cerrar el disco, La primera versión. Es un tema perfecto para cerrar el disco (Jueves debió ser Bonus Track pero de los que salen en la portada).

Y, hablando de Bonus Tracks, en la más pura tradición LODVG un poco después del final del último tema seguimos a alguien que se va alejando y le da al play de uno de los temas más divertidos del disco.


En definitiva: que habrá que esperar a ver qué tal le va a Leire y si es capaz de hacer los temas un poco más suyos y que escucharla cantando no nos haga tener la sensación de que es Leire, la chica del champú, imitando a Amaia Montero. Quiero creer que tanto el grupo como la discográfica han querido que no se distanciara mucho de la voz de la CaraPan para que los fans no huyan despavoridos (y para quitarle algo de peso tanto a su marcha como a su nuevo disco en solitario).
Pero no sé yo lo cómoda que la pobre Leire debe estar en ese papel de Doña Rogelia.

7/10

Y si lo quieres, pues o te lo compras o te vas a otras webs (¡que será por webs!) para bajarlo. Yo no subo ni dos temas porque A) no quiero ir a la cárcel ni pagar multas a los Guns'n'Roses y B) me da una pereza tremenda!