Un VIPS que no es un VIPS

El otro día estaba yo trabajando y vino Pol a comprar unos dvd's y me invitó a cenar. Bueno, me dijo de ir a cenar. Cuando estábamos pidiendo le dije que me tenía que invitar.

Estuvimos a punto de ir a dar una vuelta a ver qué encontrábamos por ahí abierto pero ya que estábamos en Diagonal Mar pues decidimos ir al VIPS de allí, que aunque no tiene tienda sí que tiene Nachos. Además desde que nos cerraron nuestro VIPS de Rambla Catalunya estábamos huérfanos y sentíamos la necesidad imperiosa de visitar uno.

Nada más llegar ya nos sentimos raros porque tuvimos que pasar por encima del marco de la cristalera exterior para poder entrar. Si alguien no lo entiende le pediremos a Pol que nos haga un croquis.
Luego nos pasamos del mostrador en el que te preguntan "¿Cuántos sois?" y te llevan a la peor mesa posible. Y la chica vino corriendo desde dentro del restaurante para preguntarnos "¿Cuántos sois?" y dijimos que dos. Ella, que o era sorda o no vio Barrio Sésamo, cogió 4 cartas y nos preguntó: "¿Fumáis, chicos?" pero no quedó clara la entonación de la coma y yo estuve a punto de contestarle: "Yo no me los fumo, me los follo".

Entramos y nos sentaron, cómo no, en la peor mesa. Al lado de unos tíos que iban de ejecutivos por la vida pero se les notaba que no lo eran y que, además, nos miraban raro.

Yo tuve un grave problema a la hora de elegir qué comer. Como hacía mucho que no iba echaba de menos todos los sabores. Descarté el Fundy porque con eso no tengo ni para empezar. Descarté los spahetti porque había cenado pasta el día anterior (y, casualidades de la vida, al siguiente cené spahetti: mi madre y sus 3 recetas de cocina).
La cosa estaba entre la hamburguesa con queso o una argentina pampera. No es que te traigan a Cecilia Roth a la plancha con una pizquita de tomillo. Es que tienen una hamburguesa que se llama así.

Ganó la pampera.

Cuando vinieron a tomarnos nota se desató el apocalipsis. Pedimos la comida, los nachos, las croquetas.
Y al entregar las cartas Pol dice: "Y yo quiero una Coca-Light..." y yo digo: "Y yo una norm..."
Y la camarera nos corta:
"No me queda Coca-Cola"

...


...

Tal y como dijo Pol, si no hubiera sido porque era un VIPS y queríamos nachos, nos habríamos levantado y nos habríamos ido.
¡¡¡CÓMO QUE NO TENÉIS COCA-COLA!!!

Recuperados del shock (tardamos como medio minuto en asimilar que teníamos que pedir otra bebida ¿Por qué nadie te avisa de esas cosas?) nos dimos cuenta de lo difícil que es pedir una bebida cuando no está la OBVIA.

Al final Pol pidió... ¿Aquarius? y yo una Fanta Limón. Que además era rara. Nos sentíamos solos y desamparados.
Durante un momento cruzó por nuestra mente la idea de ir al McDonald's a pedir unas Coca-Cola grandes. Pero lo dejamos porque era muy de Whitney Houston.

Los Nachos muy buenos (mandamos sendas fotos de la salsa a Aitziber y a Al-Él -a partir de ahora lo llamaré así, a lo Superman). Las Croquetas muy pequeñas. La Pampera, como siempre.

Yo fui al baño y uno de los meaderos tiró solo de la cadena. Puse mi cara de Jamie Lee Curtis (a la espera de ver El Orfanato para cambiarla por mi cara de Belén Rueda -que casi pongo Belén Esteban ¿ME ENTIENDES?).

Acabo de tener un Flash: Belén Esteban en El Orfanato. Y cuando sale el niño ese fantasma le grita: "QUE NO ME TOQUES LAS PELOTAS ¿ME ENTIENDEEEES?"

Bueno, a lo que iba.

Tardaron mucho en servirnos y en todo en general. Y la camarera casi me retira el plato porque me vio esperando. Lo que no recordó era que yo estaba esperando otro vaso de Fantalimón.
"¿Habéis acabado?" y alarga el brazo para cogerlo. "No, yo quiero una fanta!!" Retira el brazo. "¡Ay, es verdad!" y se va corriendo.

Le recordé a Pol que esto no pasaba cuando en ese VIPS trabajaba Kenicky (el malo de Grease, no el de los Kenicky's Fried Chicken). ¿Alguien se acuerda de mi enchochada con Kenicky? Qué majo era.

En los postres no quise pedir helado porque vete a saber lo que habría pasado y pedí un batido de yogur con no-me-acuerdo-qué. ¿Arándanos? No sé. El caso es que el Batido resultó estar buenísimo y ser más rosa que mi taquilla de la edición coleccionista-maricón de Hairspray.
Pol pidió un chocolate caliente ¡¡Y TAMPOCO TENÍAN!!

Si Pol tiene una vena que se hincha (que yo nunca se la he visto. Y lo otro tampoco) en ese momento se le hinchó. Le dijo educadamente a la camarera que no quería nada y aguantó estoicamente el mal trago de verme disfrutando de mi batido rosa.
Decidimos que íbamos a mandar una carta a los de VIPS para quejarnos.

Luego, al pagar, les dimos nuestras tarjetas VIPS y a mí me dieron un vale de regalo. 12 euros de descuento en un reloj no-sé-qué para gastar en una tienda VIPS.
Y entonces Pol se dio cuenta: "¿Y dónde coño te lo vas a gastar ¡si ya no hay tienda VIPS!"
Me indigné. Tengo que mandar el mail al Sr.VIP (que supongo será Emilio Aragón) para reclamar la apertura del nuevo VIPS ¡YA!
De hecho voy a hacer una campaña que se llame así: "NUEVO VIPS ¡YA! - Por un nuevo VIPS en el centro de Barcelona"
Ya os haré pegatinas y tal, que aún tengo que diseñar el logo y el Merchandising.

Luego dimos una vuelta mientras Pol buscaba una heladería abierta y como no la había y ya habíamos visto toda Barcelona acabamos en el McAuto pidiendo un Sundae. (Pronúnciese SUN-DA-EEEE).
Aparcado fuera había un PORSCHE. Y yo dije: "Mira, James Bond está comiéndose un McPollo"
Y pensé en voz alta: "Alguien que tiene para pagar este coche no debería comer en un McDonald's"
Y justo detrás del Porsche aparece Merche.
Pol me mira.
"Alguien que tiene este coche tampoco debería comer en un McDonald's"

Menos mal que tengo un ingenio fugaz, que sino me veía volviendo a casa andando.