Eso no se toca...

...quita. Con esto no se juega, dale. Esto no se toca, quita. Con esto no se juega, dale. Quita los pies de la mesa. En el salón no se juega. En el sofá no se come. En el salón no se juega.

Esto no se toca, niño. Con esto no se juega, dale. Esto no se toca, quita. Con esto no se juega, dale. Aquí no se juega pelota. En el salón no se juega. No pises la alfombra. En el salón no se juega.


Me vas a dar un disgusto.


Me encanta esa frase. Me vas a dar un disgusto.

El viernes pasado, que era 28 de mayo, cumplí 27 años. El día empezó como empiezo yo todo: llegando tarde. Pero por primera vez en mi vida, gracias a ti, en vez de llevarme una bronca me llevé un regalo. Inesperado. Divertido.

Después de coger el regalo te acompañé a donde te dije que te iba a acompañar y a donde tu amiga la vasca no te acompañó porque la noche anterior había ligado y estaba desesperada buscando un espidifen y unas salchichas para desayunar.
Y luego nos fuimos caminando y charlando hasta la cafetería en la que me bebí una coca cola (dejé el vaso vacío, y seguí bailando sola o con cualquier ligue mío).

Luego fui a casa de mis padres. A la nueva casa de mis padres. Porque mi familia parece que no sabe dónde echar raíces y empezaron viviendo en Barcelona, luego fuera, luego dentro y ahora otra vez fuera. Lo gracioso es que, desde donde estoy yo (dentro casi fuera de Barcelona) tardo casi lo mismo en llegar adentro que afuera.

Su nueva casa me da mucha rabia porque a mí me encanta. Primera línea de mar. Espaciosa. Bien situada.
De hecho no me fui a vivir ahí hace meses porque mi compañero de piso no quiere salir de Barcelona. Él quiere estar dentro. Y a mí me da igual estar dentro que fuera (y más si "fuera" implica coger un Cercanías y estar en Plaza Catalunya en 20 minutos).

Por la tarde volví al centro (pues eso, Cercanías y en 20 minutos en Plaza Catalunya), y mientras sonaba la banda sonora de Sexo en Nueva York 1 Volumen 1 y Volumen 2 y Sexo en Nueva York 2 me fui al Zara Home a comprarte tu regalo. Que ya es casualidad que cumplas años dos días después que yo.

Por la noche estuve esperando a ver si me salía algún plan interesante para no desperdiciar ese viernes de cumpleaños pero mira, a la 1:00 ya estaba que me caía de sueño. Y no había podido organizar nada porque al día siguiente tenía una comida familiar un poco extraña.
Comida para la que tenía que salir de Barcelona pero a la que al final no fui porque me desperté con un catarrazo del horror.
Estuve zombie casi todo el día hasta que me espabilé un poco para ir a casa de Esther a ver Eurovisión 2010 y hacer de Uribarri. Porque fui mejor comentarista que Uribarri, que me lo dijo Lleonard Pler.

Cuando acabó la noche y ganó Alemania y me asusté porque ya van dos años seguidos que veo muy claro el ganador, intentamos poner algo de música pero nadie tenía cable para enchufar el iPhone a la minicadena así que tiramos de los cd's que había por ahí. Qué cosas sonaron, madre mía.
Tidusin y Lleonard me dieron su regalo de cumpleaños, que me hizo muchísima ilusón. Era regalo doble. La primera parte fue mi primer Manga: PLUTO. Que me contaron que es una historia así rollo novela negra que es la historia de Astroboy contada de otra forma. Y el segundo (que me dejó boquiabierto) era un libro de ilustraciones de Star Wars pero las imágenes son como unos GIF animados que se mueven conforme pasas las páginas.
Luego Abuga también me dio su regalo. Las Aventuras de Enrique y Ana en DVD. La risa es que yo ¡ya lo tengo! Pero éste es una edición así como en cartón rollo profesional y decidí que me lo quedaba porque así esa película entra en el selecto grupo de DVD's que tengo repetidos porque las ediciones son diferentes.
Y la postal de cumpleaños es, probablemente, la mejor postal que se ha regalado a alguien JAMÁS.

Con la sonrisa en la cara (y el catarrazo descomunal) me fui a casa. Al día siguiente me peleé con la familia porque tocaba terminar la mudanza de mis padres y recoger mil millones de mierdas que tenía en casa de mis padres y traerlas aquí. Mi casa ahora mismo es como un campo de batalla y mi dormitorio es el horror hecho dormitorio.
No lo voy a arreglar demasiado: si todo va bien en un par o tres de meses puede que esté viviendo en otro sitio. Y estaré solo. Y es un sitio en el que he querido vivir siempre. Y de qué manera.

Y, si todo va también bien, dentro de un tiempo puede que esté trabajando AHÍ. No diré dónde, porque aunque no me han dicho que no diga nada tampoco quiero desvelar el secreto por si acaso. Tampoco diré que es el trabajo de mis sueños porque estoy seguro de que no lo es. De hecho no es muy diferente a otros que ya he tenido. Pero es que es AHÍ.

Ayer te fui a buscar al trabajo y no pude llevarte el caballo blanco, ni el elefante hinchable gigante. Ni la torre orgiástica humana.
Pero te llevé un café (con leche), te puse el All The Lovers y te dejé tirarlo en mitad de la calle para que pareciera que empezaba el videoclip. Lo de quitarte la camiseta y abrazarme fue cosa tuya, yo no te obligué (que conste).
Luego hablamos. Bueno, hablaste tú. Yo no había comido casi nada y las dos cervezas me hicieron un flaco favor. Pero me gustó escucharte. Y luego te fuiste y te acompañé un poco para que pudieras meterte conmigo y hacerme pasar vergüenza al hablarle a la gente que no conoces.

Lo peor de este fin de semana tan largo, sin lugar a dudas, es que podría acostumbrarme a todo. Sobretodo a los regalos, a las risas, a hacer de Uribarri y a ti.

No sé si debería acostumbrarme a todo eso o no.

Pero sí sé que Imma get up so I can't get down.

1 comentario:

Alex Pler dijo...

Qué bien que te gustasen los regalos!!! ^___^