The Right Life

Cuando me puse a renovar el blog con su diseño y sus cositas no lo hice sólo porque me aburriera. Lo hice como una pequeña promesa a mí mismo.

Es un poco absurdo, pero lo cierto es que llevo con él más de seis años (y el que no se lo crea, que mire aquí) y para mí el blog no es sólo un sitio en el que desahogarme (cada vez menos, cierto es) o en el que postear chorradas o vídeos, que ahora me ha dado por ahí.
Es algo más.
Es mi pequeña carta de presentación al mundo.

De hecho gran parte de los amigos en los que más confío hoy por hoy los he conocido gracias al blog, ya sea porque llegaron aquí recomendados, porque se lo encontraron buscando algún videoclip por Google o porque, simplemente, los seis grados de separación (que en la blogosfera se reducen a dos... tres como mucho) hicieron efecto.

Así que renovar el blog no era sólo una cuestión de darle una imagen más moderna y elegante. No se trataba sólo de ampliar pixels y elegir nuevas fuentes.

Me prometí a mí mismo que cambiar el blog iba a implicar cambiarme a mí también un poquito. Dejar atrás tics y manías y esas tonterías que hacía siempre y tratar de ser diferente (para mejor).

Si no me hubiera propuesto eso, ahora mismo estaría posteando una canción muy triste. De Damien Rice, tal vez. O de Brendan James. O de cualquier cantante que hablara sobre estar triste y saber que vas a seguir estando triste y que te vas a morir siendo una persona triste porque la vida es triste y el mundo es un lugar triste y todos somos seres tristes rodeados de tristeza.

Vamos, todo muy... no me sale la palabra ahora... ¡TRISTE!

Pero no.

En Estoy Bailando ya no hay sitio para la tristeza, aunque los cantantes amargados esos tengan razón.

Es por eso que hoy no os pongo una canción de esas de deprimirse. Hoy os dejo con esta:

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hidro, todos tenemos derecho a tener epocas tristes. Tenemos derecho a refunfuñar porque sí. A regodearnos un ratito en nuestra propia mierda y tal...

Siempre que sea un estado de transición. Como una gasolinera 'de paso'

Pero esa actitud es mejor. Mi amigo Curro lo llama Positivismo Inteligente. Y funciona

Animo!!!!

BS!

Alex Pler dijo...

Soy una persona muy proclive a la tristeza (sobre todo en mi adolescencia, que fui precursor de los emos), así que sé perfectamente lo que cuesta tener una actitud positiva... Pero merece la pena.

De alguna manera, cuando levantas la cabeza y a pesar de todo sonríes, empiezan a pasar cosas buenas.

Ponte temotos happy y adelante.