Weed

Cuando me independicé lo hice con un objetivo claro: poder tener noches como la de hoy.

El otro día íbamos a quedar con LaMari y Estela para que vinieran a casa como (casi) cada lunes y cenar. Como LaMari está estresada últimamente por varias cosas de su vida decidimos hacer una cena de relax. Vamos, que íbamos a montarnos un chill-out ibicenco en nuestro humilde salón.

¿Cómo?

Ni puta idea. Pero teníamos que vestirnos de blanco y llenarlo todo de velas.

Al final el lunes no fue porque yo cancelé a última hora debido a otros compromisos sociales un tanto más urgentes y lo pospusimos para el miércoles porque así coincidía con el cumpleaños de Daddy-Oh y lo celebrábamos los cuatro juntos. Pero decidimos no decirle nada a Daddy, que no iba a ser una sorpresa encontrárselas en casa porque es habitual ya, pero así no se lo esperaba y molaría más.

Lo hemos preparado todo con mucho cariño: los tres vestidos de blanco, preparando la cena (ensalada de pasta, huevos rellenos y algo de embutido y pa amb tomàquet), velas por todo el salón y parte del recibidor, música de ambiente y mojitos -de los de botella, que no nos daba para ponernos a preparar nosotros-.

Y nada, ahí estábamos, sentados charlando a que Daddy-Oh! apareciera de vuelta del trabajo. Y no venía. Me llega un mensaje. Suyo: "Me voy a tomar algo con los del trabajo, no me esperes para cenar" y yo que le llamo:
- Oye tía... que es que ya te he hecho la cena...
- ¡Joder! -responde él- pero si nunca me la haces.
- ¡No te jode! Yo no tengo por qué hacértela, lo he hecho hoy porque es tu cumpleaños.
- Bueno, no tardaré mucho...
- Es que... se va a estropear...
- Pues métela en la nevera.
- Es que entonces no sabrá a nada, tienes que venir a cenar.
- Pero qué más dará coño, métela en la nevera si yo en una hora o así estoy ahí.
- Que tienes que venir coño.
- Que la guardes en la nevera joder, que ya cenaré luego. Cena tú si quieres, no me esperes.
- Hostia puta, que tienes que venir que están aquí LaMari y Estela esperándote en TU PUTA CENA SORPRESA IBICENCA.
- ... ahora voy.
- Y HAZTE EL SORPRENDIDO

Comentando la jugada con las chicas he recordado mi fiesta sorpresa de 18 cumpleaños. Yo le dije a mi madre: "si me vas a hacer una fiesta, que no sea en el chiringuito de la playa" (es que vivíamos al lado) "que la dueña no me cae bien". Y el día de mi cumpleaños (que caía en lunes) dos amigas mías emperradas en ir al chiringuito a mirar los precios de los menús. Y yo diciéndoles que qué coño de precios de los menús iban a mirar si no iban a ir nunca las muy muertas de hambre. Y ellas erre que erre que fuéramos, hasta que las mandé a la mierda y me fui. Y me encontré a mi hermano que me dijo "¿Y tú qué haces aquí?" y yo le dije "¿Por?" y él me puso esa cara de "so lerdo, que te están esperando en tu fiesta sorpresa" y yo mismo me empecé a reír y dije "ok" y me fui a mi fiesta sorpresa.

Al recordarlo me he dado cuenta de que no estoy seguro si, ocho años después, alguna vez le he agradecido a mi madre el esfuerzo de organizar esa fiesta (aunque yo se la chafara) así que le he llamado:
- Mama, es que nos ha pasado esto -y le he contado la historia de la cena de Daddy-Oh!- y me he acordado de mi fiesta de 18 cumpleaños que organizaste en el chiringuito aunque te pedí que si hacías algo no fuera ahí...
- ¿Ah sí? Uy, no me acuerdo...
- Joder, pues si no te acuerdas ya no tiene gracia la llamada.
- ¿Seguro que la organicé yo?
- Yo qué sé mama, era mi fiesta sorpresa, yo seguro que no fui.
- ¡Ah sí, sí que me acuerdo!
- Bueno, pues quería agradecerte el esfuerzo que hiciste para organizarla porque no sé si te lo he dicho alguna vez pero me hizo mucha ilusión y me lo pasé muy bien esa tarde.
- Ay hijo, gracias por decírmelo.

Y entonces ha llegado Daddy-Oh! y ya nos hemos puesto a cenar y a beber mojitos y a charlar y a tener conversaciones ABSOLUTAMENTE delirantes.

Sobretodo en el momento en que hemos empezado a fumar porros. Que no ha sido mi primera vez, así te lo digo, pero hoy me lo he tomado en serio.
Y cuando horas después estábamos los cuatro espachurrados en el sofá, vestidos de blanco (bueno, Daddy-Oh! iba de verde) con el porro dando vueltas y música chill-out sonando (de Craig Armstrong a Caetano Veloso) me he quedado traspuesto mirando las llamas de las velas moviéndose por culpa del viento y me he dado cuenta de que llevaba mucho tiempo con ganas de organizar algo así.

Ahora ya se me está pasando la fumada así que me voy a ir a dormir. Pero oye, que estoy yo de un relax y una felicidad y una cosa...

¿Problemas yo? Para nada.

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