Mira lo que te digo

Anoche fue la noche de hacer cosas que no me apetecía hacer realmente.

¿Qué me apetecía? Quedarme en casa.

¿Qué hice? Salí hasta las tantas.

El plan era ir al Cool'mo de los 80 (una fiesta muy guay ambientada en los 80 que habían montado mis ex-compañeros de Fnac) y luego ir a Arena a terminar la noche.

La cosa empezó conmigo echándole la bronca a Uri-Geller porque parece que él y su novio sólo se acuerdan de mí cuando tienen problemas y necesitan un poco de sensatez en sus vidas. Les dije que si querían salir ya sabían dónde estábamos pero yo, por mí, que se quedaran en casa.

Llegué a casa y cuando salía decidí pasar del Cool'mo y largarme con Pau-pau y Maicousin a Arena. Pero me llamaron para que fuera y tal y cual que me estaban esperando y no me lo pude saltar. Además Estrellita del Carmen me llamó y me dijo que al final sí que iba, así que me animé más. No iba disfrazado ni nada, aunque acabé con una gorra, unas Ray Ban y una peluca. Lo típico.

Los cubatas no eran demasiado caros, pero no los cargaban mucho. Pillé una interesante y me volví loco saltando con canciones de los 80. No sé por qué cuando entré yo empezó a sonar el Placer por Placer de Mcnamara (que no sé qué tiene de ochentero, pero bueno). Yo eché de menos un poco más de momento movida, porque les dio muy por el rock a lo Guitar Hero y a mí como que no. Pero luego nos pusieron los cazafantasmas y ese grito de la noche: "¿Quién te va a follar? ¡El Buster!" se convirtió en un lema.

A las tantas nos largamos en el coché de Martinet y acabamos en Arena. Ahí todo ocurrió muy rápido. Yo iba, venía. Hablaba con uno, hablaba con otro. Saludaba a M, me iba otra vez. Volvía a saludar a M, me volvía a ir a hablar con no sé quién y vigilaba al otro para que no se liara con quien no debía. La otra se me insinuaba y, cómo no, la música era una mierda.

Como estoy un poco de bajón le dije a M que se viniera a casa. Y nos vinimos. Polvo no, que estamos cansados. Nos quedamos dormidos (él más que yo, no nos vamos a engañar, se tomó muy a pecho eso de "estás en tu casa") y al levantarnos un poco de magreos y deseos y pa' tu puta casa, que ya va siendo hora.

No ha sido nada del otro mundo y seguramente no se repetirá jamás, pero oye, que me hacía falta. La Chusaka dijo que M le gustaba para mí. Pues a mí, la verdad, no. Me cae bien y es majo y tal, pero no es lo mío.

Por primera vez en años tengo resaca. Un dolor de cabeza que no es normal. Menos mal que alguien inventó el espidifen. Y el diente cada día está mejor. Inexplicablemente, tengo ganas de ir al dentista y que me siga arreglando cosas. Ay omá.

Y hoy no estoy haciendo absolutamente NADA. He seguido jugando al Fable (mi vida sentimental en el juego es peor que la de Liz Taylor: he asesinado a mi primer marido, me he casado con otro, luego con otra y los dos me han dejado al descubrir que era un bígamo) y ahora me he casado con otra a ver si siento cabeza y tengo descendencia. A eso súmale lo del torneo de lucha y que tengo que infiltrarme en la Aguja para rescatar al segundo Héroe Legendario.

Ay chica, qué stress, de verdad.

Yo tenía que haberme hecho pelquero.

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