Redecorando

Pues ya puedo explicar lo que a Tony T. le traía tan de cabeza.

Recapitulemos: hace seis meses (o así) mi amigo J me preguntó si me iría a vivir con él, porque por situaciones familiares varias que son de su incumbencia y que ya contará él en su blog si algún día se decide a abrirlo, necesitaba un compañero de casa (que no de piso) para ayudarle con los gastos. La casa pues era eso, una casa; con muchas plantas, con escaleras, con buhardilla (donde iba a dormir yo), con vistas al mar y con jardín.

Yo estaba que echaba chispas de la emoción.

El caso es que, por situaciones familiares varias que ya contará bla bla bla, la cosa se ha ido retrasando y retrasando y retrasando y yo ya empezaba a pensar que al final nada de nada. Pero tampoco quería agobiar, porque no era una situación fácil para él y lo último que a mí me apetecería tener encima si estuviera en su lugar es un amigo moscón que no para de agobiarte para que le hagas hueco en casa.

Entre pitos y flautas, otra oportunidad llama a mi puerta. Uri-Geller necesita un compañero de piso. En la balanza esta opción sólo gana por el hecho de que está infinitamente más cerca del centro de Barcelona que la opción J, que por otro lado, a pesar de estar en el quinto coño, estaba relativamente cerca (aunque cuesta abajo-arriba) de la playa, tenía jardín, salones, habitaciones, lavabos y demás...

El caso es que, como en realidad yo prefiero estar cerca del centro que tener jardín, pues me estaba decidiendo por lo de Uri-Geller y ahí estaba yo para arriba para abajo intentando ver si llevaba cosas y sin saber cómo enfocarlo con J para que no se enfadara. Y al final, haciendo alarde de lo rara que es nuestra amistad de tota la vide, hemos hablado del tema de una forma muy extraña y nada, que puedo ser amigo de todos y largarme a vivir con Uri-Geller.

Así que ahora toca hablar con el dueño del piso para ver qué podemos arreglar... limpiar... desmontar muebles a cada cual más absurdo, pintar y...



Aunque de esto ya tuvimos ayer una ración. Y NECESITO MÁS IKEA.

3 comentarios:

Abuga dijo...

Bienvenido al mundo de la independencia!

Nana Fontana dijo...

y Bienvenido a la República Independiente de tu Casa.

La cancioncita de este anuncio se me metió en la cabeza y la tuve rondando 4 ó 5 días, y es que Ikea tiene un don para los anuncios.

Por otra parte, es una suerte que al final hayas salido ileso del berenjenal de amigos y casas, porque la cosa pintaba muy mal...

Mucha suerte con eso de compartir piso. Es toda una experiencia.

Tony Tornado dijo...

Aaaaaaaaaaah, ahora sí.

Ok.

Odio la canció de Ikea. Lo que tiene estar encerrado en casa TODO EL DÍA y que pongan el anuncio cada dos minutos.

Bikachus!