Un buen amigo me recomendó una vez que no hablara tanto de mi vida personal en el blog. Y tenía toda la razón del mundo.
Me lo dijo en la época en la que todo giraba alrededor de LCG y sus dramas y las peleas que teníamos por teléfono y yo me desahogaba aquí porque era el único sitio en el que nadie me hacía sentir como un idiota por lo que estaba viviendo.
Yo iba a mi mejor amiga de entonces y le contaba lo que me había dicho LCG y ella, que me conocía bien, me decía cosas como "tienes que dejarlo" o "tú eres tonto por dejar que te hable así".
Yo venía aquí y lo explicaba en un post y como nadie me conocía los comentarios eran más amables y mucho menos exigentes, más del tipo "ese tío no te merece" o "con lo buen tío que pareces no entiendo cómo puede tratarte así".
Luego venía cuando te conocían un poco más y te decían la maravillosa frase:
"No entiendo cómo aún no tienes novio".
Bueno, pues he conocido alguien.
Después de tanto ir y venir, de tantas aventuras que no llevan a ninguna parte, de casi desesperar pensando y planteándome si realmente estoy condenado a no tener pareja jamás he conocido a alguien.
Obviamente es un chico. No sí si vosotros lo consideraríais guapo o no, yo creo que sí lo es. No tiene un cuerpo perfecto pero tampoco es lo que necesito ahora mismo. Sé que me río con él. Sé que me gusta estar con él. Sé que tenemos muchas (muchísimas) cosas en común.
Una de las cosas que más me gustan de él es que no me hace sentir como un idiota. A veces cuando compartes cosas con los demás te arriesgas a quedar como un imbécil, a veces porque malinterpretas lo que dicen o a veces porque lo interpretas bien pero luego se desdicen y tú, por no hacer daño y ser desagradable te tragas tu orgullo. Y claro, al final es inevitable que surja la duda y un poco de mal rollo con respecto a la otra persona porque piensas "oye, si yo eso lo hacía por ti..."
Al final, pues eso, te sientes como un imbécil y te toca ponerte el gorro del tonto de la clase.
Eso me ha pasado tantas veces que en realidad ya no me pongo el capirote que anuncia a todos lo (de bueno) tonto que soy; lo llevo siempre y a veces me lo quito para mirarme en el espejo yo no recordarme lo tremendamente tonto que he sido tantas veces.
Me está enseñando a ser un poco más egoísta. A no estar siempre preguntando "¿qué tal?" o "¿puedo hacer algo por ti?", o al menos a no ser el primero siempre en preguntarlo. Me ha hecho entender, con su forma de ver la vida, que a veces yo también me merezco que la gente me dore un poco la píldora y se preocupe por mí.
Pues, como os decía, desde que conocí a este chico no me he vuelto a sentir así. Ojo, me hace sentir como un tontolaba sí, pero con cariño. Es como cuando te das cuenta de que casi sales de casa sin las llaves; como cuando bajas a comprar sal y te gastas 40 euros en la compra semanal y NO COMPRAS LA SAL; como cuando vas por la calle y te tropiezas y no te caes y te rompes un brazo (y, por ende, provocas que la gente se ría del ridículo que has hecho -cosa que no harían si realmente te hubieras hecho daño); o, mi favorito, cuando se te engancha la ropa en el pomo de la puerta y haces una especie de espasmo pensando que vas a morir.
Pues sí, a veces me siento así con él, pero es normal. Lo entiendo, me río con él y conmigo y lo dejo pasar. No tiene importancia.
Lo importante es que no juega conmigo. Sé exactamente lo que quiere y lo que necesita y él hace todo lo posible por conseguírmelo. A veces me decepciona, porque no siempre lo consigue (a veces ni lo intenta) pero como he dicho compartimos tantas cosas que hasta en eso nos parecemos y, francamente, no le voy a echar en cara un error que yo también cometo.
En fin, no te voy a decir que me esté enamorando de él porque probablemente no sea así. O sí, eso nunca se sabe. Sólo sé que ahora mismo, cuando medio mundo está esperando a que comience el final de LOST yo me he dado cuenta de que estoy empezando algo muy bonito con este chico.
Dejadme que os lo presente.
Hoy me han dicho que por qué no hago más cosas yo solo.
Pues eso mismo digo YO.
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