LA BODA (Cuarta parte)

LAS LENTILLAS: EL DESENLACE

Quedé con la Pocket y con Abuga, que ya habían llegado a Madrid, a medio día en Callao. Aproveché para acercarme al Visionlab y preguntar por ellas.
"No me ha llegado ningún mensaje así que nada ¿no?" el chico (muy mono, por cierto) me dijo que lo miraba. Subió arriba y bajó con una caja de lentillas.
"Pues mira, han llegado esta mañana" (¡Bieeeeeeeeeeeen!) Son 36 euros.
"Wait! Que me tengo que hacer la prueba esa que nunca he llevado" Y me manda para arriba. Allí otro chico, también muy mono, estaba atendiendo a un niño que se iba a poner lentillas y oí que le decía:
- Primero harás una prueba de una hora y si todo va bien tendrás que venir al día siguiente a hacer otra de tres horas.

Ahí puse yo mi cara de "¿¿PERDOOOOOOOOOOOONA??" ¡¡En tres horas tengo que estar en una boda!!

El chico se despide del niño, mira mi ficha y me pregunta:
- ¿Te atendió un chico o una chica?
- Pues la primera vez que vine era un chico. Luego era una chica.

...

- Osea, eran dos personas diferentes, que no es que se cambiara de sexo de un día para otro- aclaré.
- Aha, sí, ok. Pues las lentillas de prueba no han llegado.

OOOOOOOOOOOOOH :(

- Pero seguro que tengo alguna por aquí que puedas usar.

Y el chico abre un armario y saca LA BOLSA hasta arriba de lentillas y pum! las tenían ahí desde siempre.
LO QUE QUIERE DECIR: que la puta prueba de adaptación la podía haber hecho el primer día que fui.
Le pregunto si tenía que hacer 3 horas y me dice que no, que yo sólo tengo que hacer la de una hora pero que ese pobre niño, básicamente, se iba a poner unas lentillas que podrían utilizarlas en el HUBBLE para localizar nuevas galaxias.

Total que me ponen las lentillas de prueba, me compro un estuche para las gafas y me voy al Corte Inglés de Preciados a buscar a estos dos que habían ido a hacer un agujero a un cinturón.

LAS CHICAS DE LA CRUZ ROJA
Mientras esperaba en la puerta una chica así muy pizpireta y muy lésbica ella se me acerca y me dice "¡HACES bien -sí, el HACES en mayúsculas porque lo dijo muy alto- en pararte aquí! Porque te voy a regalar tres millones de euros!" "¡Pues venga!" Ella me enseña un número de la Cruz Roja y me dice que si le doy 5 euros ella me da 3 millones porque ése es el que va a tocar.
Yo le digo que no tengo un duro y ella que claaaaaaaro que eso lo decimos todos. Le enseño la cartera y me dice "bueno, puedes ir a sacar ¿no?" y yo le digo:
"Mira, hacemos una cosa. Estoy esperando a unos amigos que tienen que salir de aquí y tenemos que ir a comer. Además yo llevo unas lentillas de prueba que tengo que devolver dentro de una hora. Así que voy a comer con ellos, saco dinero, te compro el décimo y voy a la óptica. Porque si no te lo compro y mi madre se entera de que me lo has ofrecido me mata por no comprarlo."

Ella más contenta que unas castañuelas me dice que vale. La Pocket me llama que han salido por otro lado, así que voy a buscarles y volvemos a pasar por el mismo sitio. La chica se acerca "¿SON ESTOS TUS AMIGOS?" y les dice lo mismo, que el número que lleva es el que va a tocar. La Pocket el dijo que si le decía dónde hacer el agujero del cinturón le compraba uno y la chica le dio indicaciones para un bazar chino donde ella se hizo un agujero (en el cinturón, se entiende) hacía unos días.
Abuga acabó pagando los 3 cupones (porque era el único que llevaba dinero en ese momento) y además se puso a regalarle a la de la Cruz Roja unas pinzas con mariquitas y caramelos y no sé qué. La tía no se lo podía creer y la otra que vendía números con ella casi nos graba en vídeo porque vaya circo le montamos.
Al final le decimos: "Somos catalanes!!! Y tu misión en la vida es cambiar la imagen que los madrileños tienen de los catalanes!!" Ella me mira con cara de pánico y dice "PUES LO TENGO COMPLICAO!!!!"

EL AGUJERO
Bajamos a Sol y empezamos a buscar el bazar de los chinos que nos había dicho la chica. Al final resulta que no lo encontramos ¡y eso que seguimos sus indicaciones combinadas con el GPS del demonio de mi iPhone!
Acabamos en un bazar muy grande donde la china hizo lo que hacen todas las chinas: darte esperanzas y aplastarlas de la forma más cruel posible.
- ¿Hacéis agujeros de cinturón?
- ¿Chinturón?

Ella sonríe y asiente y mira al otro chino y le dice algo en chino y entonces te mira y dice.

- ¿Chinturón?
- Sí ¿los hacéis?
- NO.

Es como cuando a la china de Sol en mi última visita a Madrid le preguntan:
- ¿Tienes popper?
- Sí.
- ¡TÍA! ¡QUE LA CHINA TIENE POPPER!
- ¿¿¡QUÉ DICES!?? A VER ¿Tienes popper?
- Noooooooooooooooo.

Volvamos al bazar. Una mujer muy amable que estaba ahí se ofreció a acompañarnos a donde había un zapatero pero claro, abría por la tarde ¡si abría, porque era sábado! Al final nos despedimos de ella agradeciéndole su cariño y su hospitalidad (otra cosa no, pero la gente en Madrid es más maja que las pesetas -al menos los que no te escupen en la cara-) y nos metimos en el Burger King a comer algo. Yo me comí un ShameWhopper, que es un Whopper muy bonito que lo hacen para que te mueras de la vergüenza comiéndotelo porque no hay manera digna de tragarte todo eso. Acabas pringado hasta arriba.

De ahí me despedí y me fui corriendo como una loca ¡PORQUE NO LLEGABA!

QUE LLEGO TARDE A LA BODA, ¡¡MARICÓN!!

Eran ya casi las 4 y yo a las 6 tenía que estar en la CoolRoom para preparar todo para la llegada de invitados que, en teoría, llegarían sobre las 7.
Me meto en el Visionlab casi sin poder respirar y la chica que me había atendido el día anterior me hace una prueba, me dice que todo perfecto y que me va a enseñar a quitármelas y ponérmelas. Le digo si eso tarda mucho y me consuela con un "pues depende, hay gente que tarda 10 minutos y gente que tarda una hora"
Conociéndome, yo ya me temí que de ahí no salía vivo. Y claro, como no me podía duchar con las lentillas puestas (luego Darío me ha explicado que sí, pero que has de tener mucho cuidado) pues me las tenía que quitar.
Ella me las quita y me dice que me las ponga. 10 minutos tardé en ponerlas. Porque claro, es reflejo: tú ves venir el dedo con la lentilla y lo cierras.
Pero el verdadero drama vino al QUITARLAS. De hecho eso aún no lo tengo controlado en el ojo izquierdo que se lleva unos pellizcos que cualquier día me lo arranco y no me entero.

Al final me las quité y me fui a casa de Little sin ver tres en un burro porque las gafas las tenía Abuga en su mochila. Por el camino mandé el SMS más peligroso EVER: diciéndole a TonyT que seguramente no llegaría a las 6, pero que no tardaría mucho más. Que estuviera muy tranquilo que todo saldría bien que yo necesitaba poco rato para conectarlo todo.

En casa de Little me duché, me vestí, me cargué con todo lo que necesitaba y me largué a la CoolRoom.

Y al llegar a la calle se pone a llover.

EN LA QUINTA PARTE DE LA BODA:
LA LLEGADA - LOS PREPARATIVOS - LA BODA, BODA ¡Y QUÉ BODA! - EL ELÁSTICO - THE END -