La Boda (Tercera Parte)

Dioooooos esto no se va a acabar nunca. Claro, es lo que tiene ir a una boda gaytana.

¡FALETE!


Aunque Proudstar decía que no y que no y que no, nos fuimos al Black & White a la entrega de los premios Hoscar, que actuaban la Terremoto y Falete.
Primer impedimento: yo, borracho como Lindsay Lohan en el springbreak, me di un golpe contra uno de los famosísimos pivotes de Chueca. ¿Era esto en realidad un problema? No, pero sí lo fue al día siguiente.
El verdadero impedimento: había que pagar 10 euros. Y yo a esas alturas no me acuerdo de si llevaba dinero o no, pero no pensaba pagar 10 euros por entrar ahí a ver a Falete.

Así que nos fuimos al Polyester que juraría era la primera vez que iba. En el Poly había poca gente y de hecho no estuvimos ni 10 minutos. Al menos Little, su compi de piso y yo que nos fuimos en Taxi.

TAXI DRIVER

Dada la borrachera que llevaba en ese momento es lógico pensar que no me acuerde de la mitad de lo que pasó en el taxi. Pero sí que sé que no me callé en todo el viaje. Les comenté a todos que era un horror eso de ir a una boda gitana gay como la de... la de... coño el gitano ese que baila... Y el taxista dice: "FARRUQUITO" y yo le digo "PUES CLAAAAAAAAARO" Que llevaba 2 días de fiesta ¡y aún me quedaban 3 días más! Que si mi padre era de familia gitana y mi madre había nacido en Ceuta y claro, les sale un hijo maricón ¡vaya cuadro! (Literal, esto lo solté y oí al taxista partirse el culo de risa).
Llegamos a casa y, a las 3 y pico de la mañana (recuerda, yo borrachísimo) nos ponemos a cambiar el colchón (quitando el somier y todo) porque había saltado un muelle.
Caí rendido.

EL ENSAYO


No sé cómo lo hice para levantarme al día siguiente. Yo estaba preocupado porque Jose y Tony querían ir a la sala donde se iba a celebrar la fiesta para dar los últimos retoques y, teóricamente, íbamos por la mañana. Por suerte cuando llamaron yo ya estaba despierto pero no me dio tiempo ni a ducharme. Cargué con todo el equipo y me fui al metro, me bajé en la parada que no era (en mi favor diré que para cuando me avisaron de qué parada era yo ya me había bajado) y empecé a caminar por la Castellana hablando con mi madre. Bajé por una calle muy bonita y por culpa del GPS del iPhone acabé en el Santiago Bernabéu, subiendo por el paseo de la Habana y dando una vuelta del horror para llegar a la Cool Room.

La sala me encantó. Literalmente. Dejamos claro el timing de la ceremonia, el catering y la fiesta y la chica de la sala no paraba de decirme que, dado que hacían una excepción al dejar que pusieron a su propio DJ, por favor no me molestara si el jefe de sala me pedía que bajara el volumen. Yo le dije que no había ningún problema.
Si no me avisó lo del volumen siete veces, no me lo avisó ninguna. Yo hice una prueba con el ordenador para ver cómo sonaba todo y vi que controlar luces y demás era muy fácil.

Tomamos una Coca-Cola en un bar de por ahí mientras Tony y JL me contaban lo genial que era el hotel en el que estaban alojados (el Puerta de América) y me dejaron en el centro para encontrarme con Little.

Pasé por la VisonLab a ver si sabían algo de las lentillas, pero esta vez una chica muy amable me dijo que nanai de la china, que ahí no había llegado nada. "Bueno, las necesito para mañana..." y ella me dijo que el reparto llegaba a las 18:00, que lo mismo llegaban esa tarde.

¿A ti te avisaron de que llegaban? A mí no. Por eso me quedé frito en cuanto caí sobre el colchón y me eché una siesta. Un rato después me levanté para ir a La Latina a la pre-party de la boda.

LA PRE-PARTY


En El Café de las Artes, en la Latina (¿se llamaba así el sitio?) ya estaban Tony, JL, Guio, Yaiza, Pelayo y mogollón de gente más y ChicoTox y Nochu que vinieron después. Todos ya tomando cañas y yo con más hambre que el perro de un ciego. Me comía todo lo que ponían para picar y no me comí a los camareros porque el apocalipsis Zombie todavía no ha llegado. Qué morbazo.
Conforme íbamos bebiendo más y más alcohol y nuestras perjudicaciones propias se hacían más evidentes las conversaciones cada vez eran más y más absurdas y Tony me dejó claro algo: al día siguiente, en la boda, el micro iba a estar escondido. Porque como lo cogiera y empezara a hablar aquello iba a ser peor que El Club del Chiste.

A eso de las 2 nos recogimos. Pelayo y yo comenzamos a caminar chino-chano hacia el centro. Paramos en un sitio raro de la Gran Vía a comer algo. Una especie de empanada extraña de carne con especias que, al calentarla, acabó con el borde caliente y lo del centro absolutamente congelado. Pero es que, como dijo Pelaaaaai (que así le bauticé la noche anterior, borracho, mientras le gritaba "¡¡EN BARCELONA TIENES UNA CALLE CON TU NOMBRE!!" -y justamente en ese momento estábamos en el Lío, en la calle Pelayo de Madrid-) "ES COMIDA TURCA Y TURQUÍA ES TIERRA DE CONTRASTES!!!"

Acabamos, cómo no, en el Lío, donde estaban Proudstar y Quijote Exiliado al que conocí por primera vez. No duramos mucho allí por 2 motivos: porque estaba hasta arriba y no se podía ni respirar (mis gafas se empañaron en 0,0 segundos) y porque ya cerraban.
Así que los que sobrevivimos nos fuimos al Polyester! ¡BRAVO!
Allí ya había más ambiente (estaba por ahí Algora, al que me entraron ganas de saludar pero es que sólo me sé un estribillo una canción suya y me daba vergüenza.

A pesar de que bebimos alcohol como cosacos (bueno, no tanto) no conseguimos entrar en la fiesta porque lo que estaba pinchando aquel greñudo no era música. Era un sinfín de ruidos electrónicos sin melodía ni letra. Proudstar fue a pedirle algo, no sabemos qué, pero en cuanto el "DJ" negó con la cabeza supimos que la noche había acabado. A los 5 minutos nos habíamos ido del local.

Puse cachondo a Proud diciéndole palabras en catalán que acaban en LL y nos despedimos en la Gran Vía, cada uno se iba para un lado. Mientras iba a Cibeles a coger el búho leí en Facebook el relato de un suceso que cambió la forma en que el mundo concibe la realidad hoy en día:
"Parker - He vomitado en un taxi. DOS VECES."

A mí me dijeron "coge el 24 que te deja aquí al lado, lo coges en Cibeles". Qué guay. En Cibeles se cogen SETECIENTOS búhos así que tarde como 10 minutos en encontrar la puta parada. Pero una vez me subí y me descargué en el iPhone la aplicación esta de los autobuses de Madrid, no tardé nada en llegar a la cama y dormir.

Dormir.

Porque el día siguiente iba a ser la locura. Y lo fue...

En la cuarta parte:
LAS LENTILLAS: EL DESENLACE - LAS CHICAS DE LA CRUZ ROJA - EL AGUJERO - ¡QUE LLEGO TARDE A LA BODA, MARICÓN!

3 comentarios:

ssg dijo...

Nos tienes en ascuas a medio blogcindario, joer, haz una peli!!!! te sacarias algo.

kuroratsu dijo...

Deacuerdissimo con el de arriba! Peli YA! XDDD

Buff! Suerte de lo de Falete! *O* Me da que nadie hubiese salido de la sala donde cantaba xDDD
^^

A ver como termina lo de las lentillas, que yo también estoy con lentillas des de hace poco y... buff xD

Te leeré! ;)

Soliloco dijo...

Que truñaco la música del Poly

Y asin es la misteriosa turquiaaaa, tierra de contrastes (por cierto las especias sigo sin saber que coñe serían)