Mujeres al borde de un ataque a los nervios

Hoy he ido al dentista. Hacía mucho que no os hablaba de ello, de mis maravillosa visitas al odontólogo.

La cuestión es que el año pasado terminé el tratamiento que me estaba haciendo a base de empastes y cosas varias, así que ya no tenía que ir más.

Hasta que hace cosa de un mes empezó a dolerme una muela. Mal asunto.

Así que voy yo, todo contento, pensando que un empaste y listo. ¡Iluso! Tocaba reconstruir un empaste (ok) pero esa no era la muela que me dolía, la que dolía es otra cuyo nervio había que matar y reconstruirla. ¡Toma ya!

Así que hoy he ido a que me mataran el nervio y mira, ha sido todo muy drama. No he llegado tarde (lo cual ya no es normal). Me han pasado al Box 2 me han dormido la muela y la mujer ha empezado ahí a darle al torno.

El primer momento demencial ha sido cuando, por primera vez en mi vida, se me ha ido la olla por culpa del torno o lo que fuera con lo que me estaba dando. Pero entre el "PIIIUUUUUUUUMMMMMMMMMMMGUOOAAAAAAAAA" en mi oído y que la vista se me iba hacia los lados he tenido que cerrar los ojos porque os juro que eso era lo más parecido a un colocón de LSD en un concierto de Daft Punk que voy a vivir jamás.

Después de eso ha venido el drama del Plug&Play. Cuando Bill Gates y sus acólitos diseñaron lo de enchufar un USB y que lo reconozca sin problema no pensaron en lo incómodo que puede resultar (para el paciente y para el odontólogo y las enfermeras) que el ordenador no reconozca el aparatito para hacer las radiografías. La pobre enfermera no sabía dónde meterse y la doctora ya no sabía qué más hacerme para pasar el rato mientras el puñetero ordenador se decidía a reconocer el dispositivo.
Al final no ha funcionado, así que he tenido que cambiarme de Box y cruzarme por el pasillo (con la boca cerrada presionando un algodón que taponaba el boquete de mi muela) con el señor del otro Box. Muy bizarro todo.

¿Pensabas que no podía ser más raro todo aún? Pues aún falta Lady Gaga. Porque ahí estaba yo, estirado de nuevo mientras la doctora iba matando nervios a lo loco (y casi me saca un ojo con la máquina de rayos X) y de repente suena en Cadena 100 (cien cien, cadena cieeeeen): "UOOoooOOOooOOoooOOOOooouooooh caaaaaught in a Bad Rooomaaaaaance".
Para que te hagas una idea. El sillón ha empezado a moverse al ritmo porque yo me he puesto a mover los pies mientras la doctora tarareaba... exacto!! Rah Rah Ah Ah!!! Roma! Roma-mah!! GA GA OH LA LA!!! WANT YOUR BAD ROOOOMAAAAANCE!!!

Al final después de casi una hora con la boca abierta (me es imposible no acabar pensando en la típica mamada a un tío que no se corre y la mandíbula se te desencaja) tenía los labios más secos que, como diría mi tía la Chocho, "mi coño" y la boca más pastosa que, como diría mi tía la Chocho, "mi coño". Me he enjuagado y ahí estaba yo dispuesto a irme tan feliz y decirle lo de "cobro el paro el día 10, vengo y te lo pago todo. Los 20 que faltarán de la semana pasada y los 80 de esto de hoy".

¡¡PERO NO!!

Porque al llegar al mostrador me dice la enfermera: "Bueno, te doy hora para la semana que viene que te haremos el empaste definitivo" Esto es genial porque suena a "NO TE HARÁS MÁS EMPASTES EN TU VIDA" ya sea porque el empaste es un empaste de puta madre o porque es un empaste mortal y no saldrás vivo de ahí. Pero no, es que me han puesto uno provisional.
"Y serán 130 de lo de hoy... y 90 la reconstrucción de la semana que viene. Más los 20 que quedan del empaste de la semana pasada..."

Ahí ya he dejado de contar y le he dicho "Te lo pagaré en cuanto pueda".

Porque mira mona:
- Tengo que pagar más de alquiler este mes porque sólo somos dos.
- Tengo que comprar el billete para Mayo ir a Madrid a la boda de TonyT y JL.
- Tengo que comprarme unos cascos para pinchar en el Disco Dancing ¡y en la boda de TonyT y JL!
- ¡¡TENGO QUE COMPRARME ROPA QUE NO TENGO UNA MIERDA PARA IR A LA BODA!!
- Tengo que comprar comida, que parece que no pero es importante.

Y a mí con el paro no me llega para tanta cosa. A ver si cuando encuentre sitio donde vivir ya forever and ever me busco un trabajo ¡QUE YA VALDRÁ, COJONA!