Somebody Told Me

Pues ayer la Maja estuvo muy maja.

Llegamos a Razz bastante pronto, y podríamos haber llegado más aún porque si hubiera sido por Dari-Oh! habríamos acabado durmiendo en la puerta la noche antes.
Allí que vamos nosotros todo contentos a hacer la cola y no paraban de ofrecernos camisetas de un grupo heavy, Sisters de no sé dónde, y yo pensando que se habían equivocado de concierto.
Total que llegamos a la puerta y NO: The Sounds es en Razz 2.

Joder, y nadie había mirado las entradas antes ¿o qué?

Total que damos toda la vuelta y nos vamos a Razz 2 (o lo que es lo mismo, The Loft, pero por entrando por el otro lao). Allí que estaban los Nasty Mondays pinchando y liándola de mala manera y poquita gente para la hora que era. Mucho hetero y mucha bollera. Es lo que tiene Maja Ivarsson.
Al rato apareció ESE HOMBRE. Bueno, más que hombre era chavalín. Yogurín sabor a fresa. Tapadito y muy mono.
Dari-Oh! y yo estuvimos por ahí mirando de un lado a otro y saltando con alguna canción que reconocíamos (que si Kaiser Chiefs, que si The Ramones...). He de reconocer que la mitad las reconocí por el Guitar Hero.
El Yogurín sabor a fresa se dio cuenta de que nos lo estábamos comiendo con la mirada y empezó un cortejo rollo Planeta Tierra que pa' qué.

Del concierto pues poco voy a decir. Una horita y poco de gritos de una sueca con las piernas más largas que un día sin pan. Que si Painted by numbers, que si Seven Days a Week, que si Nobody Sleeps While I'm Awake, que si Tony The Beat, OF COURSE. Y a todo esto el Yogurín ya se había quedado en camiseta y se nos refregaba a Dari-Oh! y a mí como buen calientaaquellos que era. De vez en cuando se giraba, imagino que esperaba ver nuestras caras de placer, pero nosotros estábamos en un concierto de rock sueco y no nos andamos con mariconadas. Tenía buen culo (y unos brazos... y una mirada...) pero tenía buen culo para lleva la sudadera atada a la cintura.

Saltamos, gritamos, saltamos y volvimos a saltar. Nos pisaron, les pisamos, nos empujaron, les empujamos aún más. Maja estuvo muy maja, obviamente, y nos tiró unas cervezas. Pero no en plan "venga chicos que tenéis calor". No no. Una fue en plan latazo y la otra la agitó y la abrió. Como si fuera guay ir por ahí oliendo a alcohol. Nena, que ¡¡te pillan los Mossos!! Allí en suecia será muy guay, pero aquí no.

Al acabar le dije a Dari-Oh! que habíamos cumplido nuestro cupo de heterosexualidad por un mes. El Yogurín sabor a fresa se fue tal y como vino y nosotros nos quedamos haciendo mega cola para recoger las chaquetas. Salimos y mientras íbamos al metro fuimos divagando sobre la cloorofila y la zoofilia y la churrería de Marina estaba cerrada, cosa que provocó un trauma en más de uno y un Cisma en la última asamblea de la ONU.
No conseguí convencerles para salir de fiesta así que tuve que volverme a casa. Que vaya ganas tenía yo de quedarme en casa después de tanto bote y tanto refriegamiento.

Y ya. Luego acabé la noche aquí haciendo absolutely nothing.

Ahora estoy pendiente de que Martinet me consiga una entrada para The Killers la semana que viene. Que el cabrón se pone a ofrecerlas por Facebook porque le sobran y ahora suelta que ya las tiene ocupadas. Y yo ahora con todo el subidón de que quiero ir a The Killers y sin entrada.
JO.

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