83'Prom

Pues ayer fue la noche elegida para reencontrarnos los ex-compañeros de EGB (lo que hubo antes de la ESO, posiblemente fuéramos la última generación medianamente cuerda) y ver cómo nos había ido todo después de unos 10 años sin saber casi nada los unos de los otros.

Pero vayamos por partes:

El jueves no salí porque no me apetecía nada. Patri me llamó a las 2 de la mañana para decirme que iba a ir y que si Pau-pau y yo nos apuntábamos. Le dije que yo sí. Se cortó la llamada. Empecé a arreglarme el pelo y me volvió a llamar para preguntarme qué hacía: "Me peino" y preguntó: "Pero... ¿vas a salir?" Total, que se había apalancado.

El viernes estuve en casa sin hacer nada. Un apalanque que pa' qué. Vi una peli, no me acuerdo ni de cual, y luego arreglé un poco la habitación. Por la tarde-noche visitas y nada más.

El sábado me levanté estresado de la vida porque me tenía que ir al trabajo por la mañana vestido para la cena de la noche y además llegaba tarde a trabajar y el simple hecho de ir a trabajar esta última semana pues me pone nervioso.
El día de trabajo fue bastante horrible. Entre que no había nadie, por el puto puente, y que la poca gente que había a las 7 y poco desapareció para irse a ver el Fútbol pues imagínate qué divertido.
Además hay una mujer, que se ha acostumbrado a venir con su hijo a la tienda, que a mí me cae bien y le hice un favor (no todos los días puedes bajarle a una clienta la película "Tobi, el niño con alas" y alegrarle el día), pero que a veces no es que sea pesada, es que no para de hablar conmigo y me miran mal!!! Claro que no me van a echar ¿no? Pero da igual, yo quiero estar ahí a mi bola y ella se pone a hablarme. Aún así, me cae muy bien.

Como soy un poco cabroncete enchufé el proyector que da a la calle y puse el Pro Evolution de la Xbox con un Real Madrid-Barça ficticio para que la gente se parara en la calle a mirarlo. Me dijeron que no iba a colar, pero más de uno se quedaba embobado en mitad de la Diagonal mirando p'arriba.

Salí de trabajar con el petardo en el culo porque yo terminaba a las 21:30 y la cena del 83 empezaba a las 21:00. Imagínate. Llegué al restaurante montado en un taxi que tenía el fútbol puesto, inevitablemente tuve que introducirme en ese mundo de depravación heterosexual que supone un Barça-Madrid. Y eso no fue lo más heterosexual que hice esa noche... así que imagínate...

Al llegar al restaurante pues estaba un poco nervioso porque hubo reencuentros que no me esperaba, otros que esperaba pero que se quedaron en un "sé quién eres... pero porque me lo han dicho!!". Mi gozo en un pozo: yo esperaba llegar y encontrarme con algún chulazo que hubiera salido del armario a la vez que yo pero no: los 4 solteros (había 2 tíos más que estaban casados) eran heteros.
La verdad es que me lo pasé muy bien. Fue muy divertido recordar viejos tiempos y anécdotas absurdas, encontrarme con la chica a la que le estampé una libreta (de las de tapa dura) en la cabeza y ¡por fin! después de casi 14 años pedirle perdón!!!!

Después de cenar nos arrastraron al Mojito Club, no sin antes encontrarnos con un grupo de maricones y mariconas que iban a Aire y que no paraban de cantar que si Força Barça, que si Madrid se quema y bla bla bla. Hubo un momento de tensión cuando uno le dio un golpe a una furgoneta y el conductor tiró marcha atrás a ver si lo atropellaba. Pero es lo que tiene.

El Mojito pues bueno... yo nada más entrar ya estaba bebiendo porque a mí un sitio de solo salsa... pues como que no. Y si encima sale el típico "animador" con su micro a poner a todos a bailar en fila... pues menos aún. Desde los tiempos del Follow The Leader (y eso que en Arena aún lo pinchan de vez en cuando...) que no sentía tanto pavor. He de reconocer que lo intenté, pero no. Yo si no suena Britney está claro que no me aclaro.

Hubo un par de momentos absurdos y de humor negro que acabamos llorando de la risa, mucho baile y muuuuucha calor. Foto con la sobaca al aire incluída... Pero mira, no estamos para ponernos tiquismiquis.

Después de la fiesta decidimos hacer algo que a todos nos apetecía: botellón en la puerta del cole.
Así que cogimos los coches y nos plantamos en el barrio, delante de nuestro antiguo colegio, a charlar sentados en un banco. Pero entre el frío y que nadie pasó a buscar alcohol... pues duramos muy poco.

Aún así nos prometimos tres cosas: mantener el contacto, organizar otra y traer a la gente que no se ha atrevido a venir a esta, montar una fiesta de promoción para el año que viene en el colegio con los profesores y todo y darnos premios como en Romy & Michelle.

¡¡¡¡YO SOY THELMA!!!!

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