Herencia genética

Yo no sé qué he heredado de mi familia (genéticamente hablando). Sé que me parezco mucho físicamente a mi madre (hasta el punto de que algún amigo ha dicho que soy ella pero con barba), que tengo un caracter parecido al de mi padre (nos enfurruñamos con nada pero luego se nos pasa), que me río igual que mi hermano y que cada día hago más posturas como mi tío.

Bueno, más o menos sí que sé lo que he heredado de cada uno. Lo que sí sé, estoy convencido y es un hecho demostrado al 100% es lo que he heredado de mi madre: la capacidad de mentir/inventar/disimular.

Por poner un ejemplo.

Ayer llamé al dentista para pedir hora porque una muela me está tocando un poco la moral y quiero un empaste nuevo (como si no tuviera ya suficientes). No tengo un duro, así que le dije a mi madre que me hiciera un ingreso -aunque fuera sólo la mitad- y ya me apañaría yo para pagarles el resto otro día.

Hoy me levanto y veo que no sólo no me ha hecho el ingreso sino que además el banco me ha cobrado una comisión de 20 euros por la VISA que no me ha hecho ni puñetera gracia. Así que llamo a mi madre y le pregunto y me dice que se le ha olvidado, pero que ha hablado con mi peluquera (que está justo frente al dentista) y, como es familia, le ha dicho que me deje ella el dinero que luego mi madre se lo da a mi prima para que se lo dé a ella.
Es que mi peluquera es la cuñada de mi prima, y mi prima vive a una calle de mi madre. Qué lío.
El caso es que en la peluquería estaba mi prima ya, así que no ha hecho falta ningún tejemaneje extraño porque directamente ella ha dejado ahí el dinero.

Como igualmente iba a ir con menos dinero del que esperaba y no quería plantarme allí con toda mi jeta y que me hagan un empaste y luego decirle "mira, te doy 3 euros y el resto si eso ya iré viniendo" pues he llamado para explicarle al dentista que "yo ayer tenía el dinero en el banco pero mira, se me han puesto a cobrar recibos y comisiones de la tarjeta y me he quedado pelado" (MENTIRA).
La enfermera entonces me dice: "Bueno, yo he hablado este medio día con Mireia -la peluquera- y me ha dicho que a qué hora venías que te tenía que dar ella el dinero".
(PILLADA) "No sé si sabías algo de eso..."
"¡Pues no!" le digo yo "Habrá sido mi madre y claro, como aún no he hablado con ella pues no sabía nada."
Además he aprovechado para decirle "pues fíjate que no sé cuánto me habrá dejado" y así justificar que lo mismo no se lo pago todo y que, de hecho, seguramente le deje pagado una ridiculez. Pero ella me ha dicho que no me preocupe, que lo comprende.

Luego me he dado cuenta de que le he dicho a la enfermera que no he hablado con mi madre. Y si no he hablado aún con ella ¿cómo sabía la mujer que no tengo dinero en la cuenta y ha llamado a la peluquera para pedirle que me lo preste? Mi enfermera no es Sherlock Holmes pero tampoco hace falta ser muy listo para darse cuenta de que algo huele a podrido en Dinamarca.
Así que cuando dentro de un rato llegue a la consulta intentaré explicarle que si es que ha sido todo un cruce de llamadas y de dimes y diretes y que fíjate, qué tontos somos!

Que todo esto no es nada malo, porque si no quiero/puedo ir al dentista pues no voy y ya está. Pero es que me sabe mal quedar como un cuenta cuentos (que lo soy). Además que NECESITO ese empaste.

La tontería de hoy me ha hecho acordarme de la de veces que entre mi madre y yo nos hemos montado historias absurdas para justificar ausencias al colegio, recibos pendientes y demás. Hemos llegado a inventar que nos habíamos mudado recientemente para justificar que no nos localizaran en el teléfono. Y las historias que nos montábamos para explicarle a la jefa de estudios por qué no iba los jueves por la tarde a clase y aparecía el viernes con un corte de pelo impecable eran maravillosas. Una vez en mitad de un examen viví un momentazo a lo Salvados por la campana cuando un profe me pilló copiando con un compañero y sin pensármelo, como un acto reflejo, me inventé no sé qué de un boli que acabó colando (y aprobamos).

Pero yo de lo que me siento orgulloso no es de la capacidad para inventar historias creíbles (a base de darles muchas vueltas y atar todos los posibles cabos sueltos) sino de la velocidad con la que lo hacemos. Ese momento en que te pillan y tú, sin mostrar un atisbo de duda, ya estás saliendo por otro lado y contando una historia tan sumamente creíble que hasta te acaban pidiendo perdón. Sé que no es algo de lo que realmente sentirse orgulloso, porque no es nada del otro mundo. Pero a mí me hace ilusión pensar que, en algún lugar, hay personas incapaces de mostrar esa desfachatez y esa imaginación y acaban pringadas en historias raras por no saber mentir a tiempo.

Si algún día leéis una noticia sobre un hijo y una madre que han atracado un banco a base de contar historias extrañas, probablemente seamos nosotros.

4 comentarios:

Alex Pler dijo...

Juro que la primera mitad del post parecía un capítulo de "El Cor de la Ciutat" jajaja.

Hidroboy dijo...

Hombre, no en vano mi peluquera y mi dentista están en pleno barrio de Sant Andreu!! Jajajajajaja

MásKHumor dijo...

ains que interesante jajaja yo tbm hago eso a menudo y uso a mi madre de compinche tbm jajaja

PD:a ver cuando nos cuentas lo de la xarla con los padres de los vecinos k el otro dia estaban dando la murga xD

Hidroboy dijo...

A eso aún no he ido. Estoy esperando para darle al chaval tiempo y que se confíe y cuando menos se lo espere y crea que ya no voy a subir ¡ZAS, EN TODA LA BOCA!