#unosdramas

Ayer fue un sábado de dramas, pero de dramas divertidos.

Para empezar iba a venir el dueño del piso a hablar sobre el tema del aquiler, pero al final lo tuvo que dejar para el lunes porque el hombre se lió haciendo cosas y le fue imposible pasarse. Y fíjate tú, yo y Darío como locos limpiando el piso ¿para qué? Pues para nuestro gozo y disfrute.

Luego vino el drama "Yo-no-estoy-en-el-concierto-de-Florence-and-the-Machine", que en realidad yo culpo a Sama por no comprarme entrada pero es que yo fui yo el que le dije que no lo hiciera que ya la compraría yo. Y claro, cuando tuve dinero para hacerlo ya no había entradas. Porque Dios da entradas a quien no tiene dientes.

Así que me quedé en casa, hecho polvo de tanta limpieza, cené y me dispuse a ver una peli. Sama me llamó al acabar el concierto y quedamos en el centro para acompañarle a él, a Tidusin y a LleonardPler un rato hasta que cogieran el NitBus.

Charlamos sobre el concierto, sobre las filtraciones musicales de ayer (lo nuevo de Goldfrapp es maravilloso y el de Gabriella Cilmi no está mal aunque aún no lo he escuchado con detenimiento), sobre un libro de traducciones español-inglés que se compró Sama y que es para morirse de la risa "Kay ays aysoh?"

Luego me volví a casa en el bus. Esperarlo fue un drama porque cada vez pasan más tarde, pero viajar en él fue aún peor. Gente que se pasaba de parada, acelerones en la Gran Vía, seres humanos pegándose por la calle.
Al llegar a casa me senté en el ordenador y me dispuse a ver la actuación de Sergio Cuho el viernes pasado en la sala KGB a la que me habría gustado mucho ir pero tenía planes que ya os conté ayer, y mientras me quedaba hipnotizado mirándole el paquete vino Darío y me dijo:
- Es muy fuerte.
- Ya tía, mira qué paquete marca.
- Ah ¿a ver? -miró el paquete y luego me dijo-. Bueno, pero yo no decía esto. Es muy fuerte lo que acaba de pasar.
- ¿Qué?
- Luriruri me ha mandado un mensaje y vas a flipar.

Voy a su ordenador a leerlo. Un mensaje en Face en el que dice que se va a plantar aquí al día siguiente a pasar 4 o 5 días con un amigo de Madrid y que el miércoles vendrán Noe y Samu a tomar algo, que nos organicemos por si alguien tiene que madrugar.

No tardé ni dos minutos en contestarle que:
1.- Aquí nadie se iba a organizar para dormir, que a las 00:30 iban a estar todos en la puta calle.
2.- Que si ese amigo (entendiendo amigo como ligue del Bakala que ha visto dos veces por Skype y tiene una vida tan ociosa que se puede permitir venir a conocer a Luriruri -pobre- así porque sí) entraba en casa yo llamaba a su madre y le contaba que su hijo era marica y me tenía hasta el chocho.

Luriruri no me contestó. Sí le contestó a Darío, diciéndole que no mentara a su madre y que no hiciera amenazas tan rastreras. Es que Darío le dijo exactamente lo mismo que yo.

Intenté hablar con él por teléfono, para avisarle, pero no lo cogió.

Echamos la llave, la dejamos puesta y nos fuimos a dormir. No íbamos a impedirle la entrada, que él ha pagado este mes de alquiler, pero sí que íbamos a controlar cuando y con quién entraba.

Esta mañana a las 9:43 se ha puesto a picar al timbre como un poseso. Yo, con toda la tranquilidad del mundo, he ido a abrirle y él ha entrado hecho una furia al grito de "¡Ya era hora, coño!". Yo le he seguido tranquilamente hasta su habitación y le he dicho que se calmara, que era domingo por la mañana y que no me tocara los huevos. "Es que me dejáis fuera de mi propia casa" dice él.
- No es eso. Es que desde que no estás tú echamos la llave por las noches.
- Ah, pues eso es nuevo.
- Sí, hay muchas cosas nuevas.

Lo siguiente que le he dicho es que aquí no iba a entrar ni Dios y él ha contestado con un "Pues no fue eso lo que me dijiste la otra vez".

¿Perdoooooooooooooona?

Y me enseña un mensaje de Facebook que me mandó hace dos semanas diciéndome que si nos parecía bien le iba a decir a un amigo de Madrid que viniera a pasar unos días aquí. Yo ese mensaje no lo leí, porque me lo envió mientras yo le contestaba a otro y se traspapeló. Pero le tuve que reconocer que bueno, que al menos había avisado (aunque el mensaje no llegara a su destinatario) y que en ese caso no le iba a decir nada. Pero que no me hacía ni puta gracia que meta a un desconocido en casa.

Claro que eso tampoco me importa. Si falta o se estropea algo, me lo cobraré. ¡Anda que no!

Me he vuelto a la cama sin ganas de discutir, porque él se ha puesto a decir no sé qué tonterías sobre los gastos del piso y he preferido decirle "mira, tengo sueño y tú eres tonto y no entiendes lo que te digo así que me voy a la cama".

Esta tarde me he ido a casa de mi prima a comer pastel. 38 que cumplía ya. Me lo he pasado francamente bien, aunque en el viaje he perdido las llaves de mi casa. Y lo peor no es eso, que eso se hace copia y ya está. Pero me jode haber perdido los llaveros de Rockstar y de Gears of War, que eran promos y no volveré a conseguir.

Pero bueno, tampoco creo que nadie venga a violarme por la noche a casa. Y si lo hacen tampoco me voy a quejar.

Antes de venirme a la habitación (tras cenar y ver unos fabulosos capítulos de Sex in the city) me he encontrado a Uri en la cocina. Le he dicho que si le faltaba algo de comida me lo dijera, que habíamos cogido cosas. Él ha dicho que no le importaba.
Durante un instante me he quedado quieto en la puerta, mirándole, pensando cómo coño puede haber sido tan gilipollas y cómo era posible que hubiera mandado a la mierda la amistad que teníamos por hacer tantas tonterías y ser tan egoísta. He pensado incluso decirle que lo de su amigo era un malentendido y que no pasaba nada.

Lo que se llama tender un puente.

Pero mira, no me ha dado la gana. Cuando se ha dado cuenta de que pasaba algo le he contestado con un:
- Es que te iba a decir algo, pero se me ha olvidado. Seguramente sería mentira.

Y me he venido a escuchar Goldfrapp y chafardear la edición Online de la revista Odisea, que este mes han recomendado que sigamos a mis queridísimos piscis Peibols y a EnterTheFido ;))