Unos dramas...

Hoy he ido a comer a casa de mis padres. La idea era llevarme el portátil, cargarles series y películas en el disco duro multimedia (pensé en traérmelo pero ¿pa' qué? si tengo la PS3), pasar allí la tarde viendo alguna peli nueva y luego traerme las estanterías de los cd's. Sin cd's, seguramente, que la caja donde los metí pesa una barbaridad y no me apetecía cargar con ella.
Hablamos de la familia, de la organización para Navidad. Ahí ya me he empezado a estresar. No se dan cuenta de que yo ahora vivo en el quinto coño. Que si el 24 cenamos allí, el 25 comemos acá y el 26 quedamos allá. Ah, y no te podremos pasar a buscar, claro. Vente tú, si eso.
Vale, ya voy yo. Me vestiré con las tres camisetas que tengo en mi puta casa porque aún no tengo armario donde meter las camisas y me abrigaré con la cazadora porque tampoco puedo llevar el abrigo. Y además, la bolsa con ropa (osea, las otras DOS camisetas y un par de calzoncillos) para acampar en casa de mis padres, claro, porque si ceno aquí y ceno allí y como allá mejor no moverme del campamento base.
Pero bueno, esto lo explico así porque estoy de mala leche.

Total que al final hemos visto una peli de tiros y a eso de las 21:00 voy a la habitación a vaciar las estanterías de trastos que alguien puso ahí (y no fui yo) y meterlas en el coche. Y ya empiezan las quejas, los lamentos, las excusas para no llevarlas. Que si es muy tarde, que si ahora tardarás mucho en vaciarlas, que si luego tardaré mucho en meterlas en el coche...

No sé por qué me he cabreado tanto. Imagino que me hacía ilusión traerlas ya de una puñetera vez y terminar con esta habitación. Traerme también las cuatro chorradas que decoran las estanterías y algún poster para darle algo de vida y sentirme ya como si realmente esta fuera mi casa. Pero mira, mi santo padre venga a quejarse. Como no me apetecía ni oírle, porque al final siempre es lo mismo, me he cargado el portátil y nos hemos ido.

En el viaje en coche me he puesto los cascos por dos motivos. El primero es que me apetecía aislarme y no hablar en todo el camino. El segundo es que no me apetecía escuchar noticias deportivas. 26 años tengo y estoy hasta los cojones ya del fútbol los domingos.
Y de repente me han entrado ganas de echarme a llorar. No sé por qué. No paraba de pensar lo que me jode que alguien no te eche una mano. Obviamente no era por mi padre, porque él sí que me ha ayudado (mucho además) con la mudanza. Y la semana pasada se deslomó para ayudarme a instalar el parquet (que si yo estuve tres días con unas agujetas tremendas no quiero saber cómo acabaría él).
Pero no sé, es uno de esos momentos en que una tontería hace que todo se te venga encima y acabes montándote un drama de proporciones bíblicas. Que si fíjate que yo siempre ayudando con dinero a mi familia y para Navidad ya me huelo que ni un detalle... que si cuando un familiar me ha pedido ayuda yo siempre estoy ahí (para las cosas importantes, obviamente)... que si siempre me voy a enamorar de quien de mí no se enamora... que si qué fácil es decir te quiero y qué difícil demostrarlo... que si estoy harto de que la gente me diga lo maravilloso que soy y sentirme más solo que la una... que si ¡porque no soy un DJ reconocido con lo bien que me ha quedado el HDB3! ¡Si hasta me he deprimido pensando que estoy harto ya de ir al dentista y de que me duela la puta muela que me quitó! ¡¡¿¿PARA QUÉ ME LA QUITÓ SI AHORA ME DUELE Y ANTES NO??!!

En serio, ha sido un momento muy absurdo. Porque todo lo que se me ocurrían eran chorradas, pero chorradas que dolían.

A eso súmale que ya venía medio ñoño de la tarde en casa, porque estando sentado en el sofá viendo una película me he acordado de esas tardes de domingo en que no podía sentarme a ver nada porque cada media hora me llamaba LCG para contarme lo que estaba haciendo, que me echaba de menos y que ojalá estuviera con él ahí.
Claro que en esos momentos en que me pongo tierno no me acuerdo de lo bien que se está sin que te llame para decirte la resaca que tiene, las tías con las que se lió anoche o lo bien que se lo pasa con esa nueva amiga que acaba de conocer y con la que no pasará nada pero que acabará siendo su novia dentro de una semana.
Eso si hablaba, claro, que lo mismo le daba por no coger el teléfono o descolgarlo, insultarme y volver a colgar.

¿Ves? Lo que te digo. Tonterías. Era como si tuviera ganas de tener un drama. Pero ¿había motivo?

Pues hombre, sí. Algo hay. No es que sea la persona más feliz del mundo y tampoco es que el viento esté acostumbrado a soplar a mi favor. Pero es que no estoy tan mal.

Pero hoy es uno de esos días. Esos días en los que te pones una lista de reproducción de iTunes que pulula entre lo relajante y lo deprimente (¿alguien dijo Yann Tiersen?), te miras al espejo y te dices a ti mismo: "Unos dramas..."

4 comentarios:

MAN dijo...

"En serio, ha sido un momento muy absurdo. Porque todo lo que se me ocurrían eran chorradas, pero chorradas que dolían."

Eso nos pasa porque no estamos acostumbrados a llorar. Somos más de decir "Bah, ¡qué se vaya(n) a la mierda!" y lo decimos unas 100 veces cuando personas nos fallan o nos encontramos ante situaciones que no nos merecíamos ni esperábamos. Pero claro, llega una tarde como la de hoy y necesitas llorar un rato.

Yo lloro una vez al mes. Y no me baño los domingos. ;)

Anónimo dijo...

yo no puedo decir mas k me apetece mucho konocerte, k nos hagamos amigos...ke el ROUGH LOVE me esta gustando mucho i me enkantaria bailarlo kontigo...k me tienes de pañuelo si kieres o d lo k sea hasta k lleguemos a ese grado d confianza..., k me ofrezco a regalarte un detalle en navidad... ke kreo k t lo mereces, i k komo yo tb soi mui del drama t entiendo...k esos ratos son normales y necesarios i intrinsekos al ser humano y k si kuando nos konozcamos...aun keda mudanza, pues tb me ofrezco para ayudar...dsd el korazon......chiko jordi, k mas kieres baldomero.......besos... de julio.rhomboyd

Abuga dijo...

Estas épocas las tenemos que pasar todos, así que poquet a poquet...

:P

Si hace falta voy y nos cantamos un bleeding love feat puff verde y así aliviamos tensiones

DoN dijo...

En navidad desearía ser Maryann Forrester y convertir la siempre coñazo celebración familiar en un akelarre en el que sacrificaramos a la Tita Pinga por lo bocazas y gilipollas que es.
La de disgustos y lloreras que me habré dado con los regalos de navidad y cumpleaños, encima como mi cumple es el 8 de enero aprovechan para juntarmelo y ahorrar quien no debe hacerlo. No sería la primera vez que a mi madre le digo que se meta su regalo de mierda por donde pueda.
Y días tontos tenemos todos, deshogate, aunque si te ocurre como a mi deseas por encima de todo tener un peluche humano en el que resguardarte hasta que pase el mal tiempo.
Ale, aquí este perturbado se despide. Un abrazo
PD: prueba a escuchar Behind the sun de Chicane.